domingo, junio 09, 2024

Auroratris en La Habitación Violeta II.

Ante una atrevida invitación hay pocas opciones, o se acepta o se rechaza, pero cuando se ha estado antes en La Habitación Violeta se sabe que aceptar es la mejor opción. Y ella aceptó una vez más. 
Auroratris nos cuenta la séptima sesión ...

Mi gratitud Mi Querida Auro por no faltar.
Besos muy dulces.

ACEPTO

Imaginarle es ver la oscuridad, el color púrpura suspendido en el paisaje, la voz, sí, la voz susurrante y atrevida tras la mano tendida invitándote a una aventura. ¿Eres capaz de aceptar? A veces, hay que cerrar los ojos y adentrarse en ciertos misterios para experimentar sensaciones inimaginables o inexplicables.

Un salón de juegos se abre ante mí, en el centro, capitaneando la sala, se encuentra Él. No, no lleva el típico traje de ejecutivo, apenas puedo apreciar su atuendo porque la luz no alcanza y es su aliento lo primero que siento circundando mi cuello.

He perdido la vista tras un color indescifrable, la seda quita los sentidos, y soy la docilidad personificada bajo su poderío. Me ha robado el tacto al repartirlo por los puntos cardinales que ofrece una mesa noble. No hay doblez en mis rodillas, pero la inclinación de mi espalda es ofrecimiento para el despertar de un juego erótico.

Los tacones no sostienen el vértigo que padezco al sentir la cercanía de su cuerpo. Todos los nervios de mi piel se han concentrado en la yema de sus dedos y soy carne erizada, poro abierto dejándose llevar por el experimento de caricias extrañas.

Los animales no oran a la hora del sexo. Yo soy ofrenda en sus fauces y Él… El Maestro.

© Auroratris

jueves, junio 06, 2024

Misthy en La Habitación Violeta.

Un llamado puede ser suficiente para volver a despertar la pasión
y para agitar fantasías que palpitan en secreto,
y La Habitación Violeta es el lugar perfecto para que sean ciertas.
Así lo vivió Misthy en la sexta sesión ...  


Mi gratitud Misthy por elegir La Habitación Violeta para volver.
Besos dulces.


Si dice "ven"... vuelvo.

En una de nuestras tantas conversaciones, le había comentado una idea que hacía tiempo me estaba dando vueltas por la cabeza. Él sólo dijo una palabra: “Ven...”

Me presenté sin ningún tipo de expectativas. En cierta manera me sentía en deuda y deseaba satisfacer sus fantasías... o que Él cumpliera alguna de las mías; porque no sabía cómo pero Él sabía qué y en qué modo.

Esa noche fui al piso donde siempre nos habíamos encontrado. Cuando llegué todo estaba iluminado sólo con velas y el ambiente perfumaba a violetas. Sabía que estaba sentado en su ángulo favorito, observándome. Lo sentía. Pero no estábamos solos.

Tranquila, él sólo será un expectador silencioso. –me dijo con el más sereno timbre de voz.

¿Cómo haces para saber siempre lo que estoy pensando? –no lo veía, pero sabía que sonreía con mi pregunta.

Sabía perfectamente qué hacer. Me acerqué a la pared que tenía detrás, quitándome el tapado y quedándome sólo con la lencería. Alcé los brazos y apoyé las palmas de las manos a la pared con las piernas abiertas, la espalda enarcada, las caderas levantadas  y el culo expuesto.

Se detuvo detrás de mí, lo sentía apenas rozándome la espalda. Sus manos se apoyaron en las mías y comenzaron a bajar lentamente acariciándome los brazos, los costados, el vientre, las piernas...

Sentía la respiración de aquel desconocido que nos observaba. No sé quién podía ser, si lo conocía siquiera, pero debía admitir que me excitaba saberme observada mientras Él me poseía.

Me giró hacia Él y su mirada me hizo comprender qué deseaba. Le desabroché la camisa y se la quité. Apoyé mis labios en su pecho. Su ritmo era sereno -admiro el control que tiene de si mismo. Bajo la cremallera de sus pantalones y siento su miembro hinchado, pulsando. Meto mi mano en sus boxers, prestando atención a no lastimarlo con mis uñas. Le acaricio dulcemente.

Vuelve a colocarme contra la pared, en la posición del inicio. Me quita el sujetador. Se acerca lo suficiente para sentir su sexo apretándose contra mi culo. Comienza a acariciarme el seno, primero suavemente y luego con fuerza. Me pellizca los pezones, se los lleva a la boca... los besa, los succiona, los muerde hasta hacerme temblar.

Me siento toda mojada y es que me ha excitado a tal punto que temo correrme en cualquier momento.

Me toma de la mano, llevándome hacia la habitación. Hace que me arrodille en el borde de la cama. Abre mis piernas, mis muslos y siento sus dedos lubrificándome. Los introduce en mi sexo y en mi culo. No puedo evitar gemir, y cierro los ojos. En ese preciso instante siento como me penetra de forma bestial, fuerte y contundente. Intento girarme, pero para mi sorpresa, está delante de mí. Me sujeta el rostro desde el mento, abriéndome la boca con su pulgar. Logro ver la satisfacción en sus ojos mientras su sexo ocupa toda mi boca. Empuja mi cabeza dictando el ritmo que más le gusta. Mientras, el desconocido continúa con sus embestidas por detrás.

Ya no puedo pensar en nada. Él domina la situación... y a mí.

No logro detener mis espamos y me corro. En ese preciso instante siento como el desconocido se libera de su caliente esperma en mi espalda. Él se vacía en mí, me llena la boca, haciendo que beba hasta la última gota.

(...)

Creo haberme adormentado. Escucho rumores. Se ha deshecho del desconocido. Intento alzarme de la cama cuando Él entra y se detiene a observarme.

¿Dónde crees que vas? ...–me pregunta con esa pizca de perversión en la mirada.

Se dirige hasta un mueble y abre el primer cajón. Extrae algunos de sus juguetes y se gira...

...esto apenas ha comenzado, Nena. –y sonrió.

© Misthy

sábado, junio 01, 2024

Relativo.

Efímero el beso
que sucumbe a la inmediatez,
pero permanece más allá
del húmedo rastro evaporado
para volver en el siempre
de ese instante en que apareces
engañando al tiempo
creando un carnaval perpetuo.
Atracción de tu magnetismo
desplegado en secuencias
que devoran lo relativo
del antes y el después
y te hace una constante
infinita en el espacio sensorial,
inalterable en cada momento,
maravillosa en la nocturnidad.
Siendo la medida exacta
aquí, allá, de lo indefinido.

Poema que forma parte de la propuesta "Tómate tu tiempo"
del blog "Variétés" de Ginebra Blonde.
También publicado en "Lovely Bloggers" bajo etiqueta © DUlCE.