Expresa ante mí
el alborozo que se gesta
como fuego espontáneo
al llenar tu oquedad
con el ápice que profana
violando las lindes
de la puerta más prohibida.
Perfecta es la visión de ti
por sobre lo demás,
divino tesoro colmado
con el placer del fino metal
que brilla encendido
como Sol sagrado
reinante en tu oscuridad.