lunes, enero 27, 2025

El Baile por Dakota.


Cruzó el umbral
de la puerta violeta
para dejarse llevar
por sus oscuros deseos,
y al golpe incesante
de las doce campanadas
inició el año
con nuevos propósitos.

- © DUlCE -


Mi gratitud Dakota por esta sesión de dulce sabor
en La Habitación Violeta.
Besos dulces.


Baile de máscaras de Dulce 24/25

Como cada año Dulce nos deleita con su baile de máscaras de fin de año desde su blog "El susurro de las palabras" .


Encuentro Violeta

Llegué a casa tras una dura jornada de trabajo, abrí el buzón del correo y entre la correspondencia un sobre violeta que contenía una invitación.
"Querida Dakota queda invitada al baile de máscaras que dará lugar el día de Nochevieja a las 20 h en mi mansión ubicada en calle Paraíso, 30. Espero su asistencia, si acepta la invitación debe llevar máscara, vestido largo negro y zapato de tacón". 
Atentamente León Dom.

Un nuevo año estaba invitada al evento donde Amos y sumisas se daban cita en un baile que era algo más, un lugar donde dar rienda suelta a la imaginación y a los placeres de Dominar y ser dominadas.
Todavía faltaban unas horas que aproveché para darme una ducha y arreglarme para la ocasión, lencería fina de encaje color negro y como decía la invitación un vestido largo negro y máscara.

Una vez vestida llamé un taxi y me dirigí a la mansión.


Cuando llegué habían dos guardas de seguridad en la puerta, di mi nombre y después de buscarme en la lista de invitados abrieron la puerta y me dieron paso al gran salón de la mansión. Cómo era de esperar caballeros y damas conversaban y bebían en el gran salón. El anfitrión salió a recibirme con una copa de champán que me ofreció para brindar con él.
-Me alegro que hayas aceptado la invitación, ya sabes que puedes hacer uso de cualquier estancia de la casa.
-Gracias Mi Señor, es un honor estar aquí, espero que me reserve un baile.
-Por supuesto mi querida Dakota, te reservo algo más que un baile.
En ese instante su mirada que revelaba deseo se clavó en mí y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

León se alejó y yo me quedé en el salón entablando conversación con alguna de las invitadas a las que ya conocía de otras reuniones.

Me dirigí a la barra a por otra copa de champán y me fui a dar una vuelta por la mansión, había un largo pasillo con numerosas obras de arte la mayoría eróticas, visité la biblioteca, había libros de toda clase que incluían como no un apartado de literatura erótica. Salí de la biblioteca y continué caminando por el largo pasillo hasta llegar a una habitación cuya puerta era violeta. La habitación estaba abierta, así que no dudé en entrar, quedé ensimismada, aquella debía ser la habitación donde el Amo León llevaba a sus sumisas, había juguetes de todo tipo, las paredes de la habitación eran violeta al igual que la puerta de entrada, en una de las paredes una leyenda decía "Abandónate al placer, déjate llevar por tus deseos más oscuros". De repente sentí una presencia tras de mí.

-¿Estás dispuesta? me preguntó.
Cuando me di la vuelta allí estaba él, León, a través de su máscara podía ver su mirada llena de deseo, y no podía sentirme más alagada por ser la elegida esa noche.
-Sí Mi Señor, le respondí bajando la cabeza en señal de respeto.
-Arrodíllate ante mí. 
Y así lo hice, me arrodillé ante Mi Señor siempre cabizbaja como se espera de una buena sumisa.
Cogió mi barbilla levantando mi rostro todavía cubierto por la máscara, me la quitó y con sus dedos dibujó la silueta de mis labios para después besarlos.


-Desnúdate y hazte una trenza en el pelo, me ordenó mientras él se dirigía a un sillón.
Me quité el vestido y toda la ropa interior trenzando mi pelo como me ordenó quedando postrada ante él con su atenta mirada en la desnudez de mi cuerpo. Cogió su fusta y recorrió mi cuerpo lentamente acariciando mi cuello bajando entre mis pechos rodeando mis pezones que se pusieron erectos al momento. Bajó hasta mi sexo húmedo ansioso de ser tomado, me dio un pequeño azote con la fusta y sentí un torrente bajar por mi entrepierna, él se dio cuenta y mojó sus dedos en mi esencia llevándolos a mi boca para después besarla.


León se levantó y se puso ante mi liberando su erguida virilidad, con la fusta acarició mi cara, agarró mi cabeza y la llevó hacia él, comencé a acariciar toda su carne con mi lengua ansiosa de saborearla, de repente anunciaban las campanadas de fin de año, y Mi Señor comenzó a embestir mi boca, esa noche cambié las 12 aburridas uvas, por 12 embestidas de Mi Amo y en la última campanada estalló el placer contenido llenando mi boca del dulce sabor de su esencia. Entonces cogió mi barbilla y mirándome fijamente a los ojos me dijo: -Feliz año querida.
-Feliz año Mi Señor... le respondí.

Dakota©

sábado, enero 25, 2025

El Baile por JP.Alexander IV.

En noche vieja
abrió con curiosidad
el libro prohibido
de los dulces placeres
y fue en La Biblioteca
donde encontró la respuesta
a sus incipientes deseos.

- © DUlCE -


Mi gratitud JP.Alexander por este encuentro
de dulces placeres.
Besos dulces.



Baile de Máscaras en el Salón 2024-2025. El libro prohibido de J. P. Alexander

 Hola,  ¿Cómo están?  Hoy les  traigo una entrada muy  especial.  



Fui invitada  al  baile  anual  de mascaras  que organiza  León del  blog  El dulce  susurro  de las palabras. 



Si desean  conocer más del  baile   les  dejo  el ; Link

Esperó  que este corto  relato  sea de su agrado. Esta ambientado en noche  vieja.  

El libro  prohibido



No  hay nada más  mágico que una  biblioteca.  Tal  vez,  porque es luminosa , tiene un olor  peculiar a los libros y algo más, es  cómoda, silenciosa  y llena  de libros.    Te puedes perder  en ella   e  ir   a un sin número  de lugares  gracias  a los libros.

Soy  algo tímida  y  solitaria.  Por  lo que   a veces prefiero los libros  en lugar  de  las personas. 

Un  libro  tiene  tanto  poder   en cada una  de sus  hojas  te  puede llevar a una  época diferente  o   a  otro mundo.  Te  puede hacer llorar ,  reír  y desear  lo  que   ni  siquiera  se  te hubiera  ocurrido  de  no haber   leído  sobre ello. 

Tal  vez  por  eso  me  sorprendió  tu invitación   a  tu bello  castillo.  Lo deseaba y lo esperaba, pero  igual  me  sorprendió que pensarás  en mí.  Mi  corazón  latió más  fuerte   al leer   la  tarjeta    y  el poema  que me  escribiste.

Lo  volví  a leer   en  voz  alta  en  la  soledad  de mi  biblioteca. 

Ven  a mi  castillo

vuelve  a la  magia 

al  deseo.

Ven y  baila  una  vez  junto  a mí  

esta nochevieja . 


Fui  a  tu  castillo  vestida  de  negro  con el corazón latiendo  muy  fuerte   y  con  el deseo   de perderme en  tus  ojos  dorados  mi  querido León,  mi dulce  poeta.

Cuando  llegue  el  baile  estaba  en   pleno  apogeo  te  vislumbre  en el  salón  rodeado  de   bellas  mujeres como siempre  en lugar  de entrar   allí  y  bailar  al  compás  de la música.

Camine por  el pasillo  y me refugie  en tu  biblioteca, la misma que me mostraste    dos  años  antes  cuando por un poema   me llevaste  a soñar  y amar. Ahora  en la soledad de  esa  habitación llena  de  libros  y  sillones  de  cuero me  siento a  salvo.  Percibo  tu  olor    porque  al  igual que para  mí  este lugar  es  tu refugio.  Este  lugar  es  donde  creas  poemas  que  desafían  la imaginación  y  el deseo. 

Voy al escritorio esperando encontrar un poema suelto, pero encuentro  un libro con   cubierta  violeta  y  en   está  escrito mi nombre.  Sonrió,  busco   tu  sillón  favorito.  

Él que tiene  vista al jardín  desde ahí puedo  ver   algunas   parejas  bailando y disfrutando  del  baile. Siento  tu olor impregnado en el sillón y suspiró deseando  verte.  Tomó  el  libro me siento cómoda  y me  dispongo  a leerlo. 

Cuando     abrí  el libro  la puerta  de la  biblioteca   se    abrió.   Entraste  como un  gran  felino  a punto  de  comerme.  Me estremecí  de miedo y de deseo. 

 — No deberías leer  eso.

 — ¿Por qué?   —  Tomó más  fuerte  el libro.  Ahora que estaba  prohibido  deseaba leer  con más  ganas de ser posible. 

 —  Es  tu  regalo de reyes.

Acaricie  el libro  con  deseo.  Me miraste  y me  diste  una sonrisa  lobuna. 

 — Debes ser  castigada  por  tomarlo y no  ir al baile. 

 Abrí los ojos  con  sorpresa  —  ¿En serio me  vas  a castigar?

En lugar de responder me preguntó   —  ¿Por qué no  fuiste al baile?

Baje  los   ojos  — No pensé que  te dieras  cuenta de mi ausencia.  Estabas  rodeado    de una  multitud   de  admiradoras.

 Él se  rio y se acercó  a  mí  .  Me  tomo  de la  barbilla.

 — Te extrañe. 

Lo miró incrédula, pero  me siento  feliz por  dentro,

—  No hay nadie que  ocupe  tu lugar.—Se inclinó de nuevo hacia delante, presionando su palma sobre mi mejilla y mirándome con sus profundos dorados. 

Su mirada parecía engullirme por completo, atrayéndome. No pude escapar  de su  atención.  Así el mundo  se  destruyera. Nada  podía alejarme de  ese lugar.  Contuve la respiración esperando que  me  besara

—   No  puedo seguir   ignorando lo que siento  por  ti. Eres  una mujer hermosa, por dentro y por  fuera.  —  Luego de decir eso  me besó.

Fue un beso lento y apasionado, atrayéndome con sus labios. Sus manos se acercaron a ambos lados de mi cara, inclinando mi cabeza para que encaje mejor con él. Podía sentir el deseo agitándose dentro de mi pecho, suplicándome que hiciera mis fantasías realidad. 

Entonces se apartó y me sonrió.

—Eres tan tentadora .

—Ah, ¿sí?

—Sí. Desde la primera  vez  que  leí  tus escritos  quedé prendado y luego cuando  te  conocí  ya habías atrapado mi corazón.  Desde ese  entonces  he deseado poder saborearte.

—¿Qué te ha estado deteniendo? —pregunté, pasando mis dedos por su pelo.

Inclinó la cabeza hacia atrás para soltar una carcajada.

— Tienes  razón.   Desnúdate.

—¿Estás bromeando? —Levanté las cejas, escéptica

 —  Se  acerca a mí y me  besa. 

—  Ya  lo oíste  —dijo—. No puedo esperar a ver cómo eres bajo ese  vestido. 

Trague  saliva   con  deseo  y  algo  de miedo.  

—Entonces ¿Qué esperas? — Me miró   con  sus  ojos  dorados  como  si  fuera a quemarme. 

Lentamente  deslice  el  vestido  negro que  llevaba  dejándome  solo con un sostén  y  bragas de encaje  negro.  

Fue  él momento en que  él  tragó   saliva.

—  Mierda,  eres  tan tentadora. 

Tal  vez, estuviese  tan nervioso  como yo. 

— Dije  que te  sacaras  toda  la  ropa antes  de  que  se me  ocurra  un  castigo para ti. 

Pero aun seguía al mando

—Por supuesto. —Le sonreí con malicia.

Lo  hice   y sus   ojos  miraron mis  senos  y    parecía  que  sus  manos  tocarían  mis pezones.  Pero no lo hizo. 

— Deseo  saborearte  toda  y luego  deseo    que seas mía una  y otra  vez.  Pero antes  tienes  un castigo.

—  Un castigo — titubee. 

—  Por  abrir  tu regalo de reyes  antes que te lo regalara. 

Me estremecí de deseo .  Ante el juego que íbamos a  jugar. 

—De  rodillas y  con las manos  en la espada. 

Obedecí mientras  él   se  acercaba  hacia  mí  y  se quitaba   abría  su pantalón. 

Trague  saliva  deseando  ver  su miembro  grande  y  grueso.  En  ese  momento   12  campanadas  inauguraron el  año nuevo y mi nueva aventura comenzaban  trayendo  deseos  que nunca  hubiera  pensado que pasarían  en esa mágica biblioteca.

© JP.Alexander

jueves, enero 23, 2025

El Baile por Lunaroja V.

Inesperada
palpitando el deseo
en su sigilo de Loba
y arrodillada mansa
esperaba
el secreto encuentro
con el León que acechaba. 

- © DUlCE -


Mi gratitud querida Lunaroja
por este encuentro de fieras.
Besos dulces.


LA INESPERADA

Yo soy la inesperada. La de cabellos de plata y la del blanco vestido.
Como una luna.

Sacerdotisa iluminada en esta noche.

Espero.

Arrodillada entre las plantas fragantes del claustro donde mora El León.

Su Dominio secreto, en este castillo misterioso.

La luz de la luna impacta en mi cuerpo. Soy estatua de plata, una Loba acerada, a la espera, de rodillas, ofreciendo mis dones. Palpitando entre las hojas.
Respirando el perfumado aire de la noche que emana sensualidad y gozo. El castillo iluminado sutilmente, brilla.

Espero.

Las preciosas invitadas van llegando formando un esplendoroso arco iris de color con sus fastuosos vestidos. Sonríen y murmuran entre ellas, intentando adivinar donde se esconderá el León.

Nadie percibe mi presencia, nada se mueve a mi alrededor, exhalo suavemente el sutil placer anticipado. Las Lobas sabemos esperar.

Nada se mueve en la noche, el castillo se ilumina intensamente y se oye música. Comienza la fiesta y el juego. Donde se oculta el León?

Espero.

Todo mi cuerpo vibra y se conmueve, la oscuridad es mi aliada, es ella la que me da brillo.

Mis pechos y mis caderas en vigilia tiemblan, quiero aullar.

Desde una de las ventanas un movimiento de cortinas deja ver Su sombra.

Sabe que estoy.

Espero.

Sé que me ve, en ese resplandor que se crea a mi alrededor a la luz de la luna. Mi blanca figura y mi melena de plata esparcida por mi espalda. 

Su propuesta para esta invitación es encontrar su escondite y disfrutar de un encuentro secreto.

No tengo que buscarlo, cuando se abran las puertas del castillo, y en el contraluz se recorte su majestuosa figura, sabré que sus pasos vendrán a mi encuentro.

No es mi victoria. No es la suya. Es el encuentro de dos fieras. Solo triunfa el deseo.

Espero.


© Lunaroja