viernes, junio 28, 2013

Perfecta simetría.


Tienes el mismo halo que rodea a los sueños,
nunca veo tu rostro y sólo conozco
el deseo que inspira tu cuerpo,
cuando mis ojos recorren atentos
las líneas de tu desnudez.
Esa perfecta simetría en la que me atrevería
dispuesto como principiante a perder toda sensatez,
piel tornasolada que es observada,
curvas sinuosas con elegancia adornadas,
corsé, medias y tacos que no empañan el placer de ver.
Envuelves con misterio,
deslumbras como ígneo reflejo
y aunque guardas la mirada aún así no queda nada
que la imaginación atrevida no recree
mientras la excitación se hace agua.
Seduces con el sutil arte de sugerir
y cual obra maestra modelada con sapiencia
te conviertes en imagen que despierta la lascivia,
mujer hecha tentación en la que se sucumbe,
desbordada como río cuando se descubre.

domingo, junio 23, 2013

Desarmar tu armadura.


Desarmar tu armadura no supone un riesgo,
sino el placer de descubrirte yendo más allá,
 desnudar con sapiencia tus miedos,
construir el después de cada mirada
y en el durante llevarte a sentir al extremo
sin consumirse en la necesidad de poseer.
Desarmar tu armadura será encontrar tu ser,
será disipar la distancia entrando en tus sueños
sin parecer un intruso, sino tan sólo la presencia
que vuelve a despertar tu sonrisa de muñeca,   
aquella que en el instante parecerá ser breve
pero en el recuerdo se volverá permanente miel en tu piel.
Desarmar tu armadura será apartar recuerdos para saber
que llegaré tan sólo hasta donde me dejes ir
sin promesas inciertas para conseguir respirar en ti,
y en el momento en que te encuentres cerca
le ocultaré a la mañana que duermes a mi lado
para que permanezcas abrazada a mi cuando ella venga.

 
 

sábado, junio 22, 2013

Susurros de Calpurnia.

Por lo que eres y vales... Tú lo sabes...
 
Besos dulces y húmedos.
 
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Déjame
 
Déjame amarte y saber que lo sientes,
desearte en mis sueños y en mis vigilias
percibir tu aroma a través de mis pasiones.
Déjame hacer que me sienta deseada por ti
que el rocío de mis muslos me lleven hasta tu cuerpo
húmeda de pasión, brillando mi piel estremecida.
Quiero ser ese vientre que vibra con tu imagen
los dedos que penetran en mis entrañas
la sensación de tenerte a pesar de que no estés.
Quiero vaciarme con tus ojos clavados en mí
que mi olor inunde la estancia y excitarme con él
sabedora de ser la poseedora de tus ansias.
Déjame ocupar tus fantasías viéndome gozar
empapar tus sábanas cada amanecer
deslizarme por tu cuerpo y hacerte uno conmigo.
Ven hacia mí y busca el paraíso
guíate por el rastro de mi pasión
búscame allá arriba, en la tierra de los sueños
seré siempre mía a través de lo que quieras.
 
A Dulce... él lo sabe



Un Suspiro, Un Deseo.

Palabras que erizan la piel, que llenan la imaginación a través del deseo, letras que se unen para crear todo aquello que los sentidos suponen.

Así crea y recrea lo que pido, lo que anhelo, lo que siento, todo aquello que me hace ser, sentir y desear más allá de la realidad en la cual vivo.

Es un nombre en la distancia, una parte de la imaginación que me llena, un poco de todo lo que quiero y no tengo, de aquello que puedo suplicar y me llega, esos pedazos de mí que no busco porque temo, y sin embargo lo tengo tras esos espacios infinitos que nos unen.

Delicado, sutil, enhebra la aguja de los sentimientos y recorre con ella la tela que le dispongo para que, a su antojo, pueda elevarme hasta lo más alto, donde soy suya tanto como mía, el lugar en el cual somos sin temor a nada, a nadie, sin disturbarnos por los que no entienden, preguntan o discrepan, allí, en ese lugar de sueños imposibles que acerca a la realidad tanto como mis mañanas.

Un Suspiro, Un deseo.

Seguimos suspirando, deseando, sueños imposibles, deseos prohibidos, dos seres que traspasan la realidad por un vínculo invisible que va más allá del propio pensamiento, alguien que es, a pesar de todo, una exquisita manera de compartir lo que supone.

Gracias, Querido... Mi Suspiro, Mi Deseo
 
 
Gracias a ti, siempre... Tu Suspiro, Tu Deseo