La contemplo desde lo alto
hermosa, silenciosa,
perfumada de nostalgia,
vestida de oscura belleza.
Me llama
cual canto de sirena
e invoca el nacimiento de mis alas
que se agitan en la altura.
Hasta precipitarme sobre un cuerpo
y saciarme de su sangre,
bebiendo de su bondad,
consumiendo su aliento.
La noche,
la noche da vida a mi alma
con su manto sombrío,
alimenta mi voraz ansia negra.