Luciendo sus perlas nacaradas cruzó la puerta del salón,
bailó, brindó, vibró y disfrutó del baile un año más y así lo plasmó.
Gracias Mi Hada Perlada por tu compañía un año más.
Besos con dulzura.
bailó, brindó, vibró y disfrutó del baile un año más y así lo plasmó.
Gracias Mi Hada Perlada por tu compañía un año más.
Besos con dulzura.
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Así me disfracé en la Nochevieja para el Baile en El Salón, con una preciosa máscara nacarada y brillantes perlas, regalo del Señor Dulce Poeta, el cual me invitó a su fiesta, para despedir en su Blog el 2017 y recibir el Nuevo Año 2018, y yo me puse tan contenta, como una niña cuando le regalan los Reyes Magos un osito de peluche.
Y agradeciendo a tod@s, Tan Galante Caballero en su entrada tan bien elaborada, por el tiempo que le hemos acompañado durante todos estos meses, por nuestros comentarios, nuestras muestras de afecto, nuestra amistad y por asistir dos años consecutivos a su invitación de baile, ya que el anterior año 2016, también me invitó, el cual recuerdo que también me hizo mucha ilusión asistir, y recibir entonces el obsequio de la máscara roja que también fue preciosa.
Él, siempre tan amigable, cariñoso, cordial y respetuoso, con tod@s, que además de regalarnos su amistad, su tiempo, y deleitarnos con el arte de sus sensuales poesías, es muy generoso, detallista, y en esta ocasión nos regaló las máscaras y la invitación al Baile, quién tuvo la gentileza de nombrar a tod@s cuantos hemos pasado por su blog, y además, obsequiándonos el Galante Caballero con unas preciosas palabras, las cuales aquí dejo talladas las que me regaló a mí como dulces susurros melódicos, recibiéndolas con cariño como diamantes perlados: "María Perlada-Más que poesía desde el olimpo perlado".
Tengo que reconocer que a mí me encantan todas las fiestas, no solo las que se celebran fuera, también las del mundo bloguer, compartiendo palabras, vibrando con la música, danzando entre letras, volando lejos...
Pero como soy tan inquieta y danzarina, no es de extrañar que de tanto pasarlo bien, charlando, bailando y bebiendo champang, acabe mareada deseando pillar el sillón para descansar, como en la Fiesta de Baile en El Salón del Señor Dulce Caballero, pero merece la pena asistir para vivir momentos tan mágicos y para después recordarlos, como ahora, de manera entrañable.
Muchas gracias, Señor Dulce Poeta, por hacer del mundo bloguer tan mágicos momentos, es un placer haberte conocido.