Concédeme deseos
haz que todo sea cierto
desde lo trivial
hasta lo memorable,
que no tenga fin
este delirio embriagador
de intensos placeres.
Consume la aridez
vertiendo mares
carentes de horizontes
y sé el candil
a través de los oscuros laberintos
que transita la mente.
Disipa las vacilaciones,
los abismos profundos
quiero el prodigio
de cada sueño cumplido
con la certeza de lo más incierto
cuando reclame por completo
el obsequio de tu ser
proclamado ante mí.