Seamos amalgama,
congruentes en longitud
y equivalentes en una conjunción
bajo el encantamiento estelar.
Yo como tu dosel,
tú como mi lecho,
cuerpo a cuerpo
mutuamente, al unísono
trascendiendo
la existencia del momento.
Tú descubriendo
el vértice de mi cenit,
yo abriendo el infinito
de tu constelación.