La hora más obscura
siempre invoca al deseo
rehuyendo la realidad,
asaltando los pensamientos.
Como presencia perversa
que profana tus sueños,
como un gato negro
que cambia la suerte
por magia y acierto.
Todo viene
desde una fuerza mayor
que purifica y desecha
lo malo en el fuego.
Cierra los ojos,
atesora nuevos anhelos
susúrralos tres veces
a través del eco del silencio.
La noche siempre invoca al deseo,
un único y dulce deseo.