La hierba te recibía en su cama,
la brisa acariciaba tu pelo
y el sol abrigaba tu cuerpo.
Te llenabas del espíritu libre de las aves
y soñabas el colorido de las flores,
hasta volar, yendo más allá,
sin prisa alguna por llegar a ningún lado.
Tu blusa entreabierta
al aire que susurraba en tus oídos,
tu labios y tus pezones sonreían al mismo tiempo
de plena excitación y regocijo.
Tus manos surcaban dentro de tu fuego
el magma de pasión y deseo,
que ni la lluvia apagaría en ese momento.
Hierba que roza su cara,
ResponderEliminarla piel se mece en su humedad,
sonrisas que mecen,
y susurros que llegan.
Como tus letras, muy bellas.
Un beso.
Las tuyas son la respuesta
ResponderEliminarque mis susurros buscan.
Un beso Dulce.
Dulce!!!uuffffff que frescura asolas en ese rincón donde solo el amor puede despaertar a escondidas esa pasión exquisita que el paisaje le acompaña para disfrutar del placer que le produce pensar en él uuff me encantó!!! , besos salinos desde mi brillo del mar
ResponderEliminarPasiones solitarias al aire libre, un placer. Besitos dulzones para ti.
ResponderEliminar