León y Ángel.

 Quién miente y dice
que dos seres no pueden tocarse
a través del infinito y el tiempo.
Quién niega el sentimiento
que sobrevive vida tras vida
y se extiende como reguero
rompiendo lo establecido.
 

En la tierra de los ángeles
un León y un Ángel se miran,
escriben versos que tatúan sus almas,
se enredan en caricias onduladas,
exprimen los momentos y con ellos
hacen su propio paraíso,
aquel donde no hacen falta castillos,
solo un suspiro, un latido, un gesto,
una emoción o una simple mirada
para enraizar un lazo que va más allá de todo.
Alma con Alma.
 
Firmes se mantienen
ante la fuerza con que soplan los vientos
y caminan guiados por la luz más brillante
en medio de noches silenciosas.

( Dulce + Slave )