jueves, agosto 24, 2017

Regalo de Alma Baires.

 
Momento de lucir otro regalo, en esta oportunidad
el que Alma Baires tuvo la gentileza de hacerme,
un relato que habla de la amistad entre un León y un hombre,
con su destreza de siempre en este formato.

Muchas gracias Alma por todo el conjunto que me regalaste.

Besos dulcemente grandes.  
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El trabajo de Walter siempre lo había llevado a los lugares más exóticos del planeta. Y, aunque ya eran unos cuantos años que se encontraba estable en su ciudad natal, otra vez debería marcharse al otro lado del océano. La multinacional para la que trabajaba esta vez lo enviaba a construir viviendas familiares cerca de la frontera entre Kenia y Tanzania.

Nunca antes había estado en África, y a pesar de lo mucho que había leído, el espectáculo que se presentaba delante de sus ojos escapaba a cualquier descripción él pudiese hacer.

El trabajo que debía llevar a cabo no era sencillo. No sólo por el clima, al cual no estaba absolutamente acostumbrado, sino porque parte de las tierras donde debía construir eran vírgenes y sin dueño. O al menos, su dueño no era un hombre, como le explicó el viejo sabio de la tribu de la zona. Eran tierras de leones desde hacía generaciones, y ambos convivían en armonía, siempre y cuando ninguno atravesara los límites que correspondían al otro.

A pesar de tener todos los medios a disposición, Walter no deseaba atacar a la manada bajo ningún concepto. Había conocido, si así podía decirse, al jefe de ella, un león adulto, de porte firme y mirada serena; seguro en sus pasos, como si supiera desde el inicio quién tenía delante. Walter lo respetaba, tanto o más que a muchos otros “jefes” hubiese conocido antes. Pero la compañía no entendía –ni le importaban- estas cosas, y sin que Walter lo supiera, contrataron cazadores furtivos, asesinos, para deshacerse de todos y cada uno de los leones.

Días más tarde, Enam, uno de los niños más pequeños de la tribu vecina, apareció corriendo donde alojaba Walter, y con lágrimas en los ojos, le contó que los hombres blancos matarían a los leones. Walter se dejó invadir por la rabia y la desesperación, subió a su jeep y salió rumbo a las tierras en cuestión, sin percatarse de la tempestad que se alzaba al horizonte. Su pie presionaba tanto sobre el acelerador que el vehículo parecía volar. El viento comenzó a ser muy fuerte, tanto que formaba una cortina de tierra por delante que le impedía ver por dónde iba. Fue por eso que no pudo evitar lo que sucedió, sólo sintió la tierra cediendo bajo las ruedas del jeep y todo se apagó.

Despertó al rato, cuando escuchó el sonido del agua contra el vidrio del jeep. Primero no sabía dónde estaba, ni qué había sucedido, luego comenzó a entender. Los cazadores habían excavado un pozo, una trampa, y habían cubierto todo con maderas y tierra, para atrapar y matar más fácilmente a los leones. Con lo que ellos no contaban era con que Walter saliera en medio a un temporal en su búsqueda, y ahora se encontraba allí, con el jeep encallado en el fondo del pozo y él malherido por el accidente. Trató de desabrochar el cinturón de seguridad, pero no pudo, se había trabado en el accidente. La lluvia comenzaba a ser cada vez más fuerte, y nadie sabía dónde había ido, por ende, mucho menos de su suerte. Comprendió que en poco tiempo el pozo se llenaría de agua y él moriría ahogado, y ¿por qué?, por salvar a un león y su manada. Un león que seguramente no sabía ni siquiera de su existencia. Pensaba a esto y sonreía irónicamente de su destino, cuando escuchó un rumor por sobre su cabeza. La sacó por el costado para ver de qué se trataba y pedir ayuda, cuando lo vio. Allí estaba el león observándolo. Walter no supo qué hacer, el miedo lo hacía burlarse de sí mismo.

“Bien, parece que hoy es tu último día muchacho... o ahogado, o comido por un león... vaya posibilidades, y sólo te queda elegir... perdido por perdido...” Eso pensaba cuando comenzó a gritar.

Eyy... eyyy... –gritaba mientras sacaba una y otra vez la cabeza mirando hacia arriba, donde estaba el león. Ayúdame... sé que me entiendes... sálvame de morir ahogado...

Vio desaparecer la dorada melena del borde del pozo, y no pudo contener las lágrimas pensando al final. Dejó caer la cabeza y no se preocupó por llorar desconsoladamente. Hasta que el fuerte ruido de un tronco cayendo dentro el pozo, justo al lado del jeep, lo hizo detenerse y salir de esa angustia que empezaba a embargarlo. Volvió a sacar la cabeza y vió al león descender lentamente por el tronco, midiendo sus pasos, como asegurándose que tal resistiera al peso de su cuerpo. Walter no sabía si sentir alivio o terror. Los minutos siguientes parecieron siglos. Vio aparecer por su lado la enorme cabeza del león, estaba tan cerca que su aliento le humedecía la cara, y rogó porque nada malo sucediera. Con una precisión quirúrgica, y como si supiera, sus dientes se clavaron en el cinturón de seguridad, desgarrándolo, de modo que Walter quedó libre de salir del jeep. Por un instante se miraron a los ojos y cualquiera hubiese jurado que se entendieron. Walter se sujetó al león que comenzó a hacer marcha atrás para salir del pozo, tan lentamente como había bajado. Cuando llegaron arriba y se pusieron a salvo, la lluvia que hasta ese momento caía torrencialmente, se detuvo, abriéndose el cielo y dejando que los rayos del sol iluminaran a los dos. Sin pensarlo, Walter abrazó al león, le había salvado la vida.

Desde ese día, Walter no se detuvo hasta conseguir adquirir la propiedad de esas tierras, en las cuales creó una reserva natural. Él nunca más dejó el África, allí se casó y formó su familia. Y cuando ya viejo le preguntaron por la amistad, respondió:

“En un instante él me enseñó lo que es el respeto y la lealtad. Él me salvó la vida, en todo sentido. Él, un león, fue mi mejor amigo.”

 
 
Todos deberían tener un León como amigo,
yo tengo la suerte de contar con algunos,
y uno de ellos hoy cumple años, por lo cual le quiero dedicar este relato...
para vos Dulce en tu día!

 

20 comentarios:

  1. Ainssssssssss... soy yo la que te agradece, agradezco tu amistad, sincera y leal, sin dobleces... y ésta fue mi forma de hacerlo en un día especial para vos y para todos los que tenemos la dicha de conocerte.

    Besos grandes y lo mejor para vos, de ♥, hoy y siempre.

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    1. Faltaba más, agradecido yo de recibir tu regalo y en cierta manera homenaje por medio de este relato, en los que siempre te explayas muy bien. Gracias nuevamente Alma.

      Besos dulcemente grandes.

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  2. Bello detalle de Alma se nota nos conocemos todos ....muy bonito en su línea
    El regalo y muy merecido siempre

    .Besos de corazón para ambos y feliz día

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    1. Nos vamos conociendo ya de tanto tiempo de interactuar a través de lo que escribimos. Pero aún así, hay sorpresas gratas.

      Besos con dulzor Mi Corita.

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  3. Ella es una bella Alma, toda ternura y corazón, y te ha regalado un tesoro, como lo eres tú, lo tienes muy merecido por ser como eres, Señor Dulce Poeta.

    Besos enormes para ambos.

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    1. Siempre digo que uno se merece lo que recibe, que sino llega algo es porque realmente no lo merece, así que todo lo bueno se agradece de esa forma.

      Besos con dulzura Mi Hada Perlada.

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  4. Cuando leí el cuento me gustó y sin darme cuenta de para de que era dedicado pensé en ti. Así que merecido detalle, obviamente, y algo digno de atesorar.

    Un beso enorme.

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    1. Cada demostración de aprecio es atesorada, son detalles que al menos yo no espero o no pretendía por tener un blog, así que son gratas sorpresas.

      Un beso dulce Magda.

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  5. En muchas ocasiones los animales nos sorprenden. La historia está plagada de leyendas que así lo atestiguan. Bonito relato.
    Saludos.

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    1. Sin duda alguna es como dices, y allí está el poder maravillarnos con ellos y cuidarlos, mal que mal compartimos un mismo planeta. Saludos.

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  6. Es hermoso este relato! Alguien como Alma,podía hacer algo tan bonito,para alguien que también es tan especial,como tú.

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    1. Alma tiene talento para escribir relatos, no a todos se les da bien ese estilo, pero a ella sí. Y gracias por la parte que me toca en tu apreciación.

      Besos dulces Lunaroja.

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  7. Preciosa historia, un relato que podemos hacer que sea más que una historia, respetando a todo ser, como así son también los animales...

    Un placer haber disfrutado de estas letras y de su autora.

    Una historia con dos protagonistas, y en ambos te he podido sentir a ti, mi apreciado Dulce.

    Un abrazo a ambos ♥ ♥

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    1. Es como debería ser, respetar a todo ser y a la misma naturaleza, pero sino nos respetamos entre iguales a veces parece una quimera. Gracias Brisa.

      Un beso dulce para ti.

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  8. Paso una vez más por tus Dominios, para agradecer de todo corazón, a cada uno de los que han apreciado mis letras para vos y comentado… gracias a la preciosa Cora, a Perlita, a mi querida Mag, a jbmurcia, a Ale mi luna, a BrisadeWrist1… y nuevamente a vos… gracias, gracias por tanto.

    Besos grandes y muy buen fin de semana!!

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    1. No hay de qué Alma, cuando el agradecido soy yo por tu aprecio expresado en tan bonito regalo.

      Más besos dulcemente grandes para ti.

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  9. Un relato bellísimo como ambos lo sois. Agradezco el haberos encontrado en este mundo virtual.

    Felicidades a mi querida Alma y felicidades también para ti por mostrar este regalo, mi querido Dulce.

    Mil besitos para cada uno y feliz día.

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    1. Cómo no mostrar algo hecho para mí :) Y agradecido yo de coincidir entre letras y de conocerte Mi Querida Auro-Aura.

      Más besos aún, muy dulces claro, hoy te llevas un cargamento :)

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“La belleza complace a los ojos; la dulzura encadena el alma” (Voltaire)