viernes, noviembre 07, 2025

Imperecedera.

He allí la mujer
de clamorosas oraciones
cuya voz no se marchita,
permanece imperecedera,
porque cuando ella se manifiesta
cede la noche
al poder de la Reina negra.
Enfundada en visillos
tejidos de palabras verdaderas,
no muestra más de lo que es
ni menos de lo que desea,
serena es su espera
y ahinojada su ofrenda.