El sabor de tu recuerdo
es igual a la excitación
que solías despertar en mis sentidos
con tan sólo oírte cerca.
Era la suavidad de tu voz
similar al roce de tus labios
y al deseo constante de perderme en tu cuerpo
ese anhelo manifiesto de mi parte
que hacía a tu corazón agitarse en silencio
y humedecía hasta el rincón más virgen y secreto.
Hoy el aroma de tu presencia vuelve
trayendo memorias de ardientes momentos, que no fueron.