Dejarte una dulce sensación
y bañarte del rocío que al deslizarse
vaya dibujando la silueta de tu cuerpo,
alentando el palpitar
que transformado en impaciencia
brote descontrolado de tu pecho.
El sudor será llovizna que levemente toca
haciendo que el brillo de tu piel
sea la luz que guíe mi boca
y por ella transitarán los besos
buscando rincones en los amaneceres
que cobijan tu sentimientos.
Envueltos en la íntima caricia
que a través del roce vivo
te haga vibrar delirante,
con la seda de tus manos
dejando rastros indelebles,
grabados para resistir cualquier olvido.
En ti se liberarán los cautivos suspiros
que como pájaros emprenden vuelo
desde la cornisa suave de tus labios
hasta más allá de todo silencio,
mientras tus pupilas atesoran el placer
como lunas llenas expresando el arrebato del momento.
Todo transformado en un osado sueño