Tu suspiro, tu deseo.

Nos llevamos hasta el fin con dulces promesas,

nos llevamos hasta el fin para descubrir

lo que guarda el sentimiento más allá de la piel

marcando con humedad el rastro de nuestras presencias.

Es así como tu mente y la mía se rozan para encontrarse

y la caricia surge en su momento ideal para encajar

donde el perfume toma forma de palabra susurrante

y tiene el poder de transportarme a tu manera de sentir.

En el palpitar vivo de tu carne exclamas por mi la devoción

y tu boca ahogada por la mordaza de la excitación

se torna sudor evaporándose en sincronía libre

con el afluente espeso que escurre por entre tus piernas.

Tus dedos ahogándose en el mar de tus entrañas

interpretan aquella melodía que vence todo silencio

y entre gemidos y pensamientos construyes  mi imagen  para ti

plasmada en emociones sin pausa con las que te ato.

Sujetandote al juego complíce para existir

cuando te amas, cuando te amo

cuando me tienes, cuando te tengo

cuando eres mía, cuando soy tuyo

En ese desliz de quien talla el ansia sobre tu espalda

para perderse en el orgasmo infinito de tu entrega sin condiciones
para que la distancia muera y a ti me devuelva 
convertido en tu suspiro, tu deseo.

Susurros de Marina.

Rastros de Marina en mi jardín, con el sello de sus letras.
Gracias por dejar tu estela. Besos dulces para ti.




En el Paraíso del sueño encontré 16 versos perdidos

No tenían nombre ni dirección

¿Me los puedo quedar? Pregunté al viento

Solo si te son cercanos, respondió.

Escuché los susurros, mis latidos, historias sin prisa…

Mi olfato descubrió roces suaves, aromas de sonrisas

Abrazos abrazados a esa fragancia que reconocí.

Tomé la rosa, la puse entre mi pelo

Con su fragancia me desperté.

…sonrío quedamente…porque solo yo lo sé.

Podría recoger, uno a uno, los pétalos de la rosa abandonada...

en cada borde un beso, en cada centro un suspiro

y en el tallo una dulce caricia...

...entonces vendría el sueño;

el tuyo al mío y el mío en el tuyo.

Juntos se harían uno y nos llevarían lejos

...allí donde nadie puede llegar...

...No hay nada imposible, estamos soñando...

...Y la tarde se dejó llevar...

y la noche se dejó querer...

y el tiempo, lento tiempo,

se paró para que todo puediera suceder.

Cuando sientas que la dulzura pasa por tu ventana,

enciende rápido una luz, una simple vela, la llama de una cerilla...

si no le haces un guiño, llamará en otros cristales y te la habrás perdido.

Una forma de besarte.

Cuando mi noche despierta y tú te vistes de musa para mi

ataviada elegantemente con el orgullo de ser inspiración

labios de carmín, pelo azabache y una mirada que conquista

mujer delicada ante quien despliego una alfombra de rosas.

Es por ti que el amante desafía la fría distancia

y se rinde dócil cuando le concedes la palabra esperada,

aquella que consiente el momento perfecto

para poseerte con lujuria desatada.

Porque envolverte con simples detalles como seda

es querer seducir tu cuerpo con dulce aroma

es buscarte en la profundas caricias de pasión inflamadas

y ver el goce pleno destellando en tu mirada.

Y tú, al igual que las estrellas fulgurantes

llena de posibles deseos por soñar,

te haces parte de mis manos irreverentes por tu vientre

que buscan el punto en que el roce se haga en ti agua.

Porque cada palabra que encadena a una caricia

es una forma de besarte y a la vez una marca que quiere en ti grabarse,

es así como de ti bebo, es así como alcanzo tu cuerpo llenándome de ti

donde mi boca se vuelve más humedad al saciarse de tu miel.

Y mi piel me dice que la suerte es sentirte 

ahogado en ti como un niño flotando sin culpas

porque sólo así no hay límites

cuando soy un verso susurrante y en tu oído jadeante.