De tu boca a mi boca.

De tu boca a mi boca

un susurro, un suspiro

y el beso que se extiende

hecho agua gota a gota.

 

Miel y placer

que de nuestros labios brotan

el almíbar de los míos

teñidos de la roja ambrosía de los tuyos

y entre ambos la sed se consume.

De tu boca a mi boca

besos que prometen ser versos

y que nacen sin pronunciar

callados por la osadía de los dos.

 

Fundirse y saber

que no me pierdo en tu mirada,

me pierdo en los profundos besos

que para mi nacen de tu boca.

Mujer.

Callará el pudor y hablará la excitación con furia

desatando tu inquietud como preludio que anuncia,

porque no hay resistencia que doblegar

sólo la entrega sin defensas ante la fantasía

que transmuta hacia la realidad.

Atada a la voluntad de lo que te provoco

te guío, te muestro el camino y la manera

tú interpretas cual instrumento noble

que se torna ardiente ante las caricias,

en acordes que vibran al tocar las emociones. 

Escalas de notas plácidas que elevan,

sintonía fina en el seductor encuentro

de tu cuerpo y de mi boca,

de tu boca y mi cuerpo,

haciendo música y creando movimiento.

En ti yo dentro, por mi tú sintiendo

y ese ir y venir impetuoso

cuando nuestra melodía va naciendo.

Como a la hora en que el sol se pone

fundiendo las miradas en un único horizonte

y una sola palabra que en ti cobra vida

Mujer.

Alma con Alma. (Dueto con Cora)

El poeta cuando escribe intenta llegar al alma, y en esta ocasión
en ese viaje para llegar, tuve la compañia de alguien que puso alma y corazón
en sus letras que encontraron a las mías.

 

Y el destino final de ese viaje emotivo y sensitivo
es el que presento en esta oportunidad.

Gracias a Cora, por hacer de este viaje un verdadero regalo.

 

Besos siempre dulces para ti. MPVC.

Cora

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"Alma con alma"
(Cora y Dulce)

Despertamos
tras la tibieza perlada de las pieles,
y diluimos en la interminable sed de nuestras miradas
todo devaneo al cual el ayer nos somete.
Mis labios ansiosos de los tuyos,
Unidos,
delineando besos plenos
sin prisa en la orilla de tu boca,
bebiendo yo de ti, bebiendo tú de mi
vamos tatuando en carmín
el camino del éxtasis sobre el cuerpo.
Atándonos
con un lazo alma con alma para tenernos
y así, enredados entre caricias que se deslizan
nos recreamos, nos recorremos, nos erizamos,
lamiendo cual dulzor el sabor de los pechos.

Juntos
todo se hace torbellino de fogosas pasiones
entre el canto susurrante de los gemidos,
hasta el momento en que la urgencia se vuelve delirio
llevados por el movimiento profundo e intenso.
Excitados
en un arrebato de lujuria, pecado, pasión, 
vistiéndonos de gotas mojadas
en el vaivén que nos sumerge.
Cabalgamos
en un horizonte íntimo donde no hay cima
todo es infinito,
cuando volamos rozando la inconsciencia,
entregándonos a nuestros instintos.
Perversión, inocencia,
reflejadas y mezcladas,
acopladas las caderas,
destinados a ser tú de mi, como yo de ti,
tan cercanos en el mutuo deseo.