Inhalo
la estela desprendida de su aroma
rastro invisible que me acerca,
fascinación silenciosa que perturba.
Asaltada por el momento
se encuentra con mi mirada
posada atrevidamente en las promesas
que su corazón despunta.
Tímida y nerviosa espía
a quien quietamente en silencio
sin tocarla le acaricia,
estudio, recreo
los momentos que deseo
se insinúa, incita
la perversidad de mis pensamientos
y en su sagrada pureza
nunca antes besada
se vuelve mía
con todas las leyes de mis atracciones