Hemos fecundado
el sentimiento más profundo
expandido como reguero
a través de siglos
y del tiempo silencioso,
fundiendo días con noches
multiplicados por horas infinitas
vida tras vida,
con el pacto más allá de la muerte
quebrando lo dimensional
para ver la belleza del nacimiento.
Coge mi mano que iremos juntos,
le he puesto tu nombre