Lumbre que brota y vibra
con la viveza del comienzo,
con la fuerza de lo que despierta
tras la sentencia de la espera.
Viento que empuja sin renuncia
contra emboscadas de tinieblas
de las cuales nos libramos
heroicos, día tras día.
Hacemos de la nada un todo
con ambición de paraíso terreno
génesis de lo que debía ser,
de todo cuanto es,
de aquello que queremos.
Y la luz se hizo
cuando nos encontramos.