Yo descubrí el hontanar de tu inocencia
allí donde mora tu niñez eterna
y del que otras bocas nunca bebieron.
Yo hice cantar a tu corazón hasta la emoción
con melodías nuevas
dándole sentido a todo cuanto en ti
era, es y será.
Yo hice pronunciar a tus labios
palabras que nunca antes conocieron
y desperté certezas donde dormían ilusiones.
Yo vi donde otros ojos nunca vieron
acariciando más allá de la mirada
como nunca nadie antes logró tocarte.
Soy el conocedor de todos tus secretos,
violé todas las fronteras de tus deseos,
es mi nombre el que pende de tu cuello,
es mi presencia la que te completa.
Desde antes y hasta siempre,