El escorzo de su figura
reina en mi contemplación
se multiplica en detalles
con exactas medidas,
pura realidad inserta en mi imaginación.
Serena, recostada
en un acto de plena revelación
se vuelve alegoría,
adagio surcando mis ojos
perdidos en su punto de fuga,
entre líneas invisibles y curvas
trazadas por su destello.
Y qué es la felicidad?
sino ella en toda su existencia.