Confina en su pecho los latidos
que anhelan ser Icaro encumbrándose a lo alto
antes de desvanecerse en suspiros.
Los dedos dibujan
con igual fascinación de su mirada
delineando la medida majestuosa
de lo que delata su asombro.
La incito a hacerlo,
a obtener lo que ambiciona,
mi reto es su satisfacción
y cede para obtener lo que quiere
terminando desarmada,
abandonando toda estrategia
por probar la miel