Las Dulces Fantasías no cesan, hoy presento la fantasía de Citu, JP.Alexander, seducida por la figura de el Vampiro e interpretada por personajes de su novela.
Mi Gratitud Citu por tu Dulce fantasía.
Besos dulces.
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Reto dulce fantasía. Después de Todo
Hola, ¿Cómo están? Hoy en lugar de poner el acostumbrado capítulo de mi novela Entre las sombras de tu corazón. Me sumaré al reto de León que tiene el Blog de El dulce susurro de tus palabras. Podías crear una fantasía con un León , un caballero, un Dom o un Vampiro.
En mi caso me decidí por un Vampiro . Si los personajes les parecen conocidos es porque intervienen en mi novela Entre las sombras de tu Corazón. Así que les dejé este corto relato. Esperó que sea de su agrado.
Después de Todo
Después de la muerte y el dolor en el bosque de los dragones surgió una extraña calma. Anazareth sintió los labios de Luke como una leve caricia. Como una ligera lluvia luego de una gran sequía. Era milagroso que aún pudiera sentir y soñar. Ella pensaba que estaba muerta para sentir pasión, pero no fue así.
Los ojos de Luke parecían leer su alma y sus manos la quemaban por donde ellas pasaban. Tenía que huir antes de que fuera muy tarde.
Luke se quedó parado en medio del bosque. Una leve llovizna lo mojaba, pero eso no le importó al vampiro. Había besado a Anazareht. Ya no podía engañarse más. Ella le gustaba, lo perseguía en sueños. Cuando supo que se encontraba en peligro y lo necesitaba iba a donde ella estuviera aunque Anazareth parecía apenas tolerarlo.
Se preguntó ¿ Entonces por qué lo beso? Lo mejor era dejarla ir y renunciar a ese deseo. Después de todo era lo más sensato.
Minutos más tarde Anazareth se fue sin saber a dónde ir. Terminó en su casa en la torre del ala sur. Donde antes estaban las habitaciones de su madre. Ella apenas tenía recuerdo de su madre. Tan solo que en las noches le leía. Por ella adquirió el gusto de leer y de curar. Debía encontrar sentido a ese misterio.
Una vez más la imagen de Luke apareció en su mente. Podía ver sus grandes y tristes ojos azules. Esa sonrisa torcida que le invitaba a besarlo.
Volvió a revivir el beso. No tenía tiempo para una aventura y mucho menos para un romance. Además, lo que hizo Azidahaka hacía que ningún macho la deseara de nuevo. Se sentó en su cama y miró la luna en busca de alguna respuesta. Dudaba que Luke aún piense en ese beso.
Luke caminó por la playa de la isla de Skype no podía dejar de pensar en Anazareth en la tristeza de su mirada . Había algo en esa demonia que lo intrigaba. Pero él solamente era un vampiro. Los demonios lo consideraban una aberración que surgió para acabar con Úvatar.
Los vampiros aunque tenían poderes, eran tan duros como un demonio y casi indestructibles. Los recolectores que los crearon les dieron casi vida eterna pero a costa de negarles renacer. Fueron casi considerados esclavos hasta unos 750 años.
Luke miró a la luna y pensó con desánimo ¿ Cómo podría hacer que una princesa demonia se fijará en él?
Él hasta como vampiro era considerado algo raro. Era híbrido que poseía poderes mágicos . Tenía en sus venas sangre de elfo y lo peor que también poesía sangre de Úvatar el innombrable. El hombre más aborrecido en los 5 mundos.
Se encontraba mejor solo. Recordó su antiguo amor perdido y como casi deseó morir cuando Emma lo rechazó por ser vampiro. No deseaba ese dolor de nuevo en su vida.
Tenía la misión de acabar con Úvatar en especial ahora que escapó . No tenía planes ni para una aventura peor para algo más serio. La imagen de Anazareth camino por la playa casi desnuda lo deslumbró y lo llenó de deseo.
Lo mejor era tomar algo de sangre e ir a ver sus inversiones para dejar de soñar con lo que no podía tener. Fue por un poco de sangre que tenía en su refrigeradora. Él era un vampiro moderno que no le gustaba cazar. Conseguía su alimento de un banco de sangre que él mismo creó. También su compañía creó híbridos con sangre. Como la coca-cola de sangre y su producto más vendido el chocolate de sangre que hasta en el inframundo era muy cotizado.
Tomó sangre, se encontraba famélico. Ni bien la probó se preguntó por milésima vez. ¿Cuál sería el sabor de la sangre de Anazareth? Terminado de comer fue a su estudio y se puso a trabajar.
Fue cuando observó que Anazareth lo espiaba. Ella al verse descubierta huyó al bosque. Luke la alcanzó cuando ella en lugar de trasladarse con magia tropezó y cayo en el bosque que rodeaba al faro.
—¿Estás bien
Anazareth no sabía qué decir. No se le ocurrió una mentira y se escuchó decir — No he olvidado ese beso.
Luke no lo podrá creer . Ella lo deseaba de la misma forma. Se acercó a ella muy nervioso. Anazareth en lugar de correr o ponerse nerviosa se aproximó más a Luke.
La boca de Luke bajó sin dudarlo y Anazareth levantó la barbilla a su encuentro, a mitad de camino. En el instante en que su lengua rozó la de ella, el deseo en su interior se acrecentó como nunca antes. Ella gimió y se arqueó contra su pecho. Deseaba estar desnuda, para sentirlo de piel a piel. El material entre sus cuerpos casi dolía.
Luke apartó la boca, la preocupación en su mirada. Ella soltó su cara para arañar frenéticamente en la cintura de la camisa que llevaba. Tuvo que levantarse un poco para que ella fuera capaz de liberarla de entre sus cuerpos. Anazareth con desesperación, deseo y mucha fuerza voluntad finalmente tiró la camisa por su cabeza.
Sus dedos agarraron sus hombros, tironeando de él hacia abajo, otra vez encima de ella. La boca de Anazareth se encontró con la boca de Luke en una batalla de voluntades. Mientras Las caderas de ella se golpeaban contra la pelvis de Luke para persuadirlo a entrar en ella.
La camiseta negra y sus jeans negros molestaba mucho Anazareth. La sensación de sus pechos aplastados contra el torso de Luke le hacía desear más. Algo que nunca le había ocurrido con otro macho.
Luke parecía un poco aturdido y preocupado — ¿Estás segura?
Anazareth vaciló un poco. Era mejor huir de los que deseaba y sentía — No.
Para su sorpresa Luke no la soltó ni la recrimino. Solo toco su mejilla con dulzura.
— Me gusta demonita, iremos a tu ritmo. No te forzaré nada.
Anazareth lo miró a los ojos tan azules como el río amaruil e igual de enigmáticos.
Ella se acercó y lo besó de nuevo al principio de forma tímida. Pero el deseo volvió a surgir entre ellos. Cada vez más intenso.
Luke con miedo y deseo preguntó de nuevo — ¿Estás segura?
— Sí. — Anazareth utilizó su agarre alrededor de su cintura para moler sus
caderas, tentando a Luke. Gimió al sentir el duro miembro de Luke contra su pantalón. Él cerró los ojos cuando Anazareth frotó su vagina en su contra. Un suave gruñido salió de lo más profundo de su garganta.
— Frena o voy a perder el control, demonita.
— Hazme el amor Luke. Nunca me he sentido de esa forma —. Anazareth lanzó un hechizo. Desnudando a Luke y a ella por completo. Se movió sugestivamente contra la dura cresta de su eje hasta que le consiguió tener deslizándose a través de su clítoris. Se mordió el labio con fuerza suficiente para sacar sangre y echó la cabeza hacia atrás por el intenso placer. Sus ojos se cerraron al sentir el placer de tener a Luke dentro de ella.
Luke se impulsó dentro de ella, rápido y profundo. La sensación de su miembro grueso, extendiéndola, llenándola, la hizo gritar de nuevo. Se quedó paralizado, enterrado dentro de ella, y gruñó.
—¿Te lastimé?
Anazareth sacudió su cabeza. Luke gruñó, enterró su cara contra su cuello, y mordió con fuerza. Las paredes vaginales de Anazareth se apretaron alrededor de su miembro. mientras se alimentaba de ella. Al mismo tiempo que comenzó a moverse dentro de ella.
La pasión de los explotó como un volcán. Luke nunca se había sentido así con ninguna mujer antes. Ella corcoveó desesperadamente contra él, usó sus piernas envueltas alrededor de su culo para apalancar, y levantó su cara para encontrar ciegamente su piel. Luego Anazareth lo mordió en vez de morder sus labios.
Luke gimió mientras sus caderas chocaban contra las de ella más fuerte y más rápido. El placer y el dolor fluían al mismo tiempo. El sudor patinó por sus cuerpos, ayudándoles a deslizarse uno
contra el otro más suavemente. Las uñas de Anazareth se clavaron en la espalda de Luke marcándole como si fuera suyo. Luke gritó de dolor y placer. Su boca la soltó, pero sus caderas no frenaron el ritmo.
Luke volvió morderla y beber de ella . Aun así, esa mordedura no la sobresaltó, ya que el dolor se desvaneció rápidamente.
Anazareth hizo lo mismo. Ella le mordió tan fuerte como pudo, saboreando su sangre. Un abrumador deseo se apoderó de ella. Sujetó su boca en ese
lugar y succionó, su lengua lamiendo frenéticamente su sabor, que llenaba su boca. Se dio cuenta de que él estaba tomando su sangre también. Sus rodillas se extendieron más amplias mientras conducía su miembro en ella un poco más profundo.
Anazareth explotó por dentro. En ese momento se cayó de la silla y se despertó. Aún podía sentir el sabor de la sangre de Luke en su boca y podía sentir su olor. Era tan solo un sueño, una dulce fantasía tan bella como peligrosa
Le dio miedo que ese sueño se volviera realidad. Se prometió nunca más ver a Luke de nuevo.
En ese mismo instante Luke se despertó sentando en medio de su escritorio. Por un momento podía sentir la presencia de Anazareth a su lado.
Con pesar se dio cuenta de que solo fue un sueño. Una dulce fantasía que le robó el corazón. Se prometió que nos descansaría hasta que ese sueño se convirtiera en una realidad.
© JP.Alexander.