Te meces en olas que te cuidan y acarician,
te agitas por la pasión que te desnuda
entre deseos y sentimientos que en ti respiran.
Flotas entre la sed que tus agua sacian
y en la marea desbordada de tu cuerpo
el sentimiento inquieto se hace esencia pura.
Llegas hasta el fondo profundo
contenido en los sueños más intensos
que nacen a la luz de tu noche encendida.
Sientes el llamado carnal de tus entrañas
expresándose con vivo ardor
provocando el efluvio que resbala derretido en ti.
Y surges siempre ilusionada tras la tempestad
cobijándote en la quietud adormecida por cantos de sirenas
donde el mar que te baña cura tus heridas.
Creas un mundo de pasiones con tu sentir
y allí reinas entre calma y tormenta
para renacer desde el fuego de tu ser.