Cuando parecía que el Baile terminaba,
bajo la luz tenue del Salón, un intimo encuentro acontecía.
Y así nos lo cuenta Mónica.
Gracias Moni por unirte al Baile.
Dulces besos.
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Dejarse enredar (I)
Y con la resaca verlo todo claro, como en un tráiler cinematográfico.
-Búscate un traje de época y una máscara. Este año nos apuntamos al baile del casino.
-¿Es estrictamente necesario?
-¡Por supuesto!
Mis primas y sus brillantes ideas.
Llevo en la barra el tiempo de dos caipiroskas. La peña le da al reggaeton. Aún me falta algo más de vodka para entender cómo se lo hacen con esos trajes.
-¡No te he visto bailar Moni!
Me grita una de mis primas, rebotando contra la barra.
-Estabas demasiado ocupada con ese grandullón...
Pero ya no está, salió rodando de nuevo hacia la mole de cuerpos alucinados de bachata. Dos tragos más y me piro.
-Estáis muy sola, señora.
La voz caracolea entorno a mi cuello, discretamente se extiende por el escote del vestido y regresa a su dueño, a mi espalda.
-¿Os parece, caballero?
-Me lo parece, sí. Y tratándose de vos resulta imperdonable.
Reconozco su aroma, esa fragancia tan suya, inconfundible allá donde te encuentres, sobre todo cuando la has tenido casi encima, como ahora mismo.
Sin dejar mi copa, doy la vuelta y le encaro. Tras la máscara veo la suya, afilada sobre el rostro. Cicatriz de metal que seduce, que llama. La sonrisa provocadora invita a lamer esos labios cortados al bies.
-¿Os apetece bailar?
Asiento con la cabeza, tengo curiosidad por saber qué planeó.
-Seguidme pues.
Se escabulle de la barra y escapo tras él. Sorteamos el gentío, a veces me envuelven brazos ajenos y me zafo de ellos. Lo veo enfilar las escaleras que conducen al piso reservado únicamente a los jugadores vip. En el salón abierto, se atenúan las luces, el ritmo lo marcan las caricias vehementes de los que buscaron un rincón para amarse. Él me tiende el brazo, mi mano recala sobre la suya. Minué a dos, vaivén que nos orilla o aleja siguiendo el deep house del momento.
Y el temor a ceder es inmensamente proporcional al deseo que aúlla bajo las enaguas. No quería este chance con él y lo busqué, como adicta al veneno que soy. Que bailemos un tema después de otro, que roce su piel, que sienta sus manos silbando sobre el corsé... me compromete, le compromete...
Rodear su nuca con mis brazos, adentrarme en él, atraída por el lado oscuro tras su máscara, solo aceleró lo evidente.
-Búscate un traje de época y una máscara. Este año nos apuntamos al baile del casino.
-¿Es estrictamente necesario?
-¡Por supuesto!
Mis primas y sus brillantes ideas.
Llevo en la barra el tiempo de dos caipiroskas. La peña le da al reggaeton. Aún me falta algo más de vodka para entender cómo se lo hacen con esos trajes.
-¡No te he visto bailar Moni!
Me grita una de mis primas, rebotando contra la barra.
-Estabas demasiado ocupada con ese grandullón...
Pero ya no está, salió rodando de nuevo hacia la mole de cuerpos alucinados de bachata. Dos tragos más y me piro.
-Estáis muy sola, señora.
La voz caracolea entorno a mi cuello, discretamente se extiende por el escote del vestido y regresa a su dueño, a mi espalda.
-¿Os parece, caballero?
-Me lo parece, sí. Y tratándose de vos resulta imperdonable.
Reconozco su aroma, esa fragancia tan suya, inconfundible allá donde te encuentres, sobre todo cuando la has tenido casi encima, como ahora mismo.
Sin dejar mi copa, doy la vuelta y le encaro. Tras la máscara veo la suya, afilada sobre el rostro. Cicatriz de metal que seduce, que llama. La sonrisa provocadora invita a lamer esos labios cortados al bies.
-¿Os apetece bailar?
Asiento con la cabeza, tengo curiosidad por saber qué planeó.
-Seguidme pues.
Se escabulle de la barra y escapo tras él. Sorteamos el gentío, a veces me envuelven brazos ajenos y me zafo de ellos. Lo veo enfilar las escaleras que conducen al piso reservado únicamente a los jugadores vip. En el salón abierto, se atenúan las luces, el ritmo lo marcan las caricias vehementes de los que buscaron un rincón para amarse. Él me tiende el brazo, mi mano recala sobre la suya. Minué a dos, vaivén que nos orilla o aleja siguiendo el deep house del momento.
Y el temor a ceder es inmensamente proporcional al deseo que aúlla bajo las enaguas. No quería este chance con él y lo busqué, como adicta al veneno que soy. Que bailemos un tema después de otro, que roce su piel, que sienta sus manos silbando sobre el corsé... me compromete, le compromete...
Rodear su nuca con mis brazos, adentrarme en él, atraída por el lado oscuro tras su máscara, solo aceleró lo evidente.
© MONICA
Bonita su participación en el baile. Saludos amigo Dulce.
ResponderEliminarBonita y apasionadamente lúdica, al parecer seguirá.
EliminarUn beso dulce.
Una participación muy fresca. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn abrazo a ambos, Dulce
Así es, Mónica tiene mucha frescura.
EliminarUn beso dulce.
Muy bella esta participación nos dejo ese halo especial...
ResponderEliminarUn abrazo para ambos y que siga el biale!!
Abrazos.
Tú solo quieres que el Baile siga, ya me he dado cuenta ;) seguro te quedas en el Salón.
EliminarBesos dulces Campirela.
Pues por lo que veo el baile sigue con Mónica, y parece que seguirá, pues viva el baile, y a esperar a ver como termina, seguiremos bailando con ella y su sensualidad.
ResponderEliminarBesos enormes para ambos.
Al parecer si, al menos ese encuentro amoroso de Mónica y el Caballero seguirá, a ver si nos lo cuenta.
EliminarBesos con dulzura Mi Hada Dorada.
Se lo pasó bien, Mónica. Lo pasamos bien todos...
ResponderEliminarUn beso bailarín.
Fue una fiesta donde nada faltó, sin decir todo lo que ha quedado en secreto ;)
EliminarUn beso dulce Eva.
Este baile todavía lo tengo reciente... me gustó mucho y cómo no?? este poso que hoy rescato de aquí.
ResponderEliminarMis felicitaciones mis querid@s amig@s.
Mil besitos para los dos y muy feliz entrada de febrero ♥♥
Dicen que lo comido y bailado no lo quita nadie, así que nos queda todo aquello disfrutado en mi Baile.
EliminarBesos muy dulces Mi Querida Auro.
Que siga el baile y a preparar el próximo!
ResponderEliminarBesos a ambos.
Tú también quieres seguir bailando, pero debes participar ;)
EliminarBesos dulces.
Un baile que promete ser muy, muy interesante...
ResponderEliminarMuchos besos para los dos.
Promete? pero si ya ha acabado, is the end, ces´t fini, se terminó el Baile :)
EliminarDulces besos Adelina.
te soy sincera?
ResponderEliminarme gusta verme bajo tu bandera
gracias baby
La sinceridad ante todo, es un placer que te guste verte de esa manera. Gracias a ti.
EliminarUn dulce beso.