miércoles, enero 24, 2024

El Baile por Rosana Martí I.

A los sueños atrapó
y de ellos tejió su fantasía
se entregó a la pasión
por los paisajes de Venecia,
y dulce fue su noche
entre besos de fiesta.

© DUlCE -


Mi Gratitud Rosana.
Besos dulces y golosos.

Su carte elegida fue ...


Baile De Máscaras...

 



En el corazón de la misteriosa ciudad de Venecia, donde los canales serpenteaban como venas líquidas a través de antiguos edificios de mármol, se celebraba cada fin de año el Baile de Máscaras. La tradición se remontaba a siglos atrás, cuando la aristocracia veneciana buscaba un escape de las restricciones sociales y se sumergía en la extravagancia del anonimato que ofrecían las máscaras.




Era una noche de luna llena cuando las puertas del majestuoso Palazzo Venier se abrieron para dar la bienvenida a las invitadas, casualmente todas mujeres. El anfitrión un noble caballero. Los salones, adornados con lámparas de cristal que destellaban como estrellas, estaban llenos de un bullicio apagado mientras los asistentes al majestuoso evento, ocultas tras máscaras exquisitas, se movían con gracia y misterio.

En el centro del salón de baile, una pareja destacaba entre la multitud. Él, vestido con un traje negro elegante y una máscara plateada que enmarcaba sus ojos intensos. Ella, envuelta en un vestido de seda azul con detalles dorados y una máscara enigmática que revelaba solo sus labios carmesíes. Juntos, desafiaban las convenciones sociales, atrayendo miradas curiosas y murmullos susurrantes. Su sensualidad era evidente.

Al sonar de la orquesta, la pareja se enlazó en un vals hipnótico. Sus movimientos eran una danza de misterio y seducción, mientras la música llenaba el salón con sus notas melodiosas. La energía entre ellos era palpable, como si compartieran un secreto que solo los dos entendían.

A medida que avanzaba la noche, la pareja se movía por los salones, dejando a su paso una estela de preguntas y suspiros. En cada rincón, conspiraban en susurros apasionados, desafiando las expectativas y desentrañando los lazos sociales que ataban a la sociedad veneciana.

En una de las estancias, el gentil caballero ofreció a la bella misteriosa la opción de elegir una carta. Extendió su mano hacia las tres cartas, escogiendo una al azar: la número 1.



Sueño que eriza mi piel,

hasta penetrar mis deseos ocultos,

elixir en mis labios provoca,

que abra mi alma al delirio,

de tus manos con pasión desmedida.

Vino un beso apasionado, 

exquisitamente consumado.



La media noche se acercaba, y con ella, la revelación de las identidades detrás de las máscaras. Pero la pareja decidió desafiar incluso esa tradición. Se dirigieron hacia los jardines del palacio, donde la luz de la luna los iluminaba con un resplandor plateado.

Bajo la sombra de un antiguo rosal, se quitaron las máscaras y se enfrentaron, revelando la verdad detrás de sus disfraces. Él era un artista errante, un pintor que buscaba inspiración en los pliegues ocultos de la sociedad. Ella, una poetisa rebelde que tejía versos subversivos en la oscuridad de la noche.

Juntos, decidieron preservar su anonimato y regresar al salón de baile, donde la música aún resonaba. Mano a mano, se sumergieron nuevamente en el vórtice del baile, desapareciendo entre las máscaras que ocultaban los rostros de los demás, pero que nunca pudieron esconder las chispas de rebeldía y pasión que encendieron aquella inolvidable noche de máscaras en Venecia.





© 2024 Rosana Martí ®
(Todos los derechos reservados)




"Esta narración toma su inspiración de la sugerente invitación de Dulce para el Baile de Máscaras de Fin de Año 2023."



 

23 comentarios:

  1. Una pareja de bohemios, elevando el aire del salón de baile. Un relato bellamente urdido.

    Un gran abrazo a ambos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es lo que tiene la noche y la fiesta, atrae a aquellas almas que disfrutan de la compañía cómplice y Rosa lo plasmó muy bien.

      Un beso dulce.

      Eliminar
    2. Gracias preciosa, siempre por tus palabras.
      Mil abrazos para ti con mi cariño.

      Eliminar
  2. Qué bonito texto nos ha dejado Roxana, me ha gustado la forma de llevarlo, con una sensibilidad y sensualidad a partes iguales.
    Sin decir ha dicho y sin hacer ha hecho.
    Bravo Roxana me ha gustado mucho.
    Un besote, feliz miércoles.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agradecida Campirela por tus lindas palabras, me alegra mucho que te haya gustado. Era la primera vez que acudía a este Baile, y la verdad que me ha encantado la experiencia. Ha sido un reecuentro entre amig@s.
      Besazos preciosa un placer.

      Eliminar
    2. Y entre lo dicho y hecho ha pasado mucho más entre esta pareja, pero como sabemos, lo que ocurre en el Baile se queda en el Baile ;)

      Besos dulces Campirela.

      Eliminar
  3. Hola Dulce...
    Reitero que disfruté, mucho de esta experiencia, agradecida infinita por tu Dulce invitación. No me lo hubiera perdido por nada del mundo. Espero impaciente otro evento que me lleve a sumergirme en las profundidades del misterio.
    Besos golosos mi Dulce amigo, pasa un lindo día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ha sido un verdadero placer contar con tu presencia y participación activa en Mi Baile, quedo agradecido de que así haya sido y sin duda pronto habrá otra ocasión para disfrutar del más dulce placer. Mi gratitud nuevamente.

      Besos dulces golosa Rosana.

      Eliminar
  4. Siempre a ti, espero el próximo acontecimiento, me ha encantado participar en este Baile tan Dulce y lleno de complicidad y misterio.
    Más besos golosos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguramente para el cumple de mi blog en abril habrá otro festejo, distinto, pero siempre placentero ;)

      Un beso dulce más para ti.

      Eliminar
  5. Qué bonito y delicado!
    Un texto inspirado, lleno de sensualidad y elegancia.
    Besos a los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Lunita, para ti muchos besos más!!

      Eliminar
    2. Con el romanticismo de Rosana y ese toque sensual que deja suspendido en el aire.

      Besos dulces Lunaroja.

      Eliminar
  6. Veo que te lo pasaste muy bien. Los bailes del Conde siempre son fiestas con mucho glamour.
    Un abrazo para cada uno de vosotros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal como dices Tracy, las más elegantes de estos lares son mis fiestas y agradezco aquí el que hayas asistido.

      Un beso dulce.

      Eliminar
  7. Me encantó cuando lo leí. Y ahora que lo volvi a leer me sigue gustando mucho. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es para menos, es una romántica historia que Rosana nos ha hecho disfrutar.

      Besos dulces para ti.

      Eliminar
  8. Preciosas esta recreación veneciana que nos regala nuestra querida ROSANA, entre poetas errantes y subversivos jaja deslizándose sensualmente a ritmo de vals, aplausos! ... jajaja
    ¿ dónde nos pones una copa DULCE? Tanto girar y girar me está dando sed jajaja me vale un té verde con hielo : ) Un beso grande para ambos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una copa? pero si el Baile ha terminado, solo son los ecos que han quedado flotando en el aire. Espero que no tengas vértigo. Un té verde para ti, que con una copa no mejoras :)

      Besos dulces María.

      Eliminar
  9. Un rosal, máscaras y dos personajes: un pintor errante y una poetisa rebelde y el baile y la pasión. ¡Qué más se puede pedir para un bello relato!
    Abrazos Dulce y otro para Rosana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Toda una fantasía de romance ha creado Rosana para Mi Baile, mérito de su creatividad.

      Un beso dulce Tatiana.

      Eliminar
  10. Encantadísima de asistir al primer baile de Rosana, que nos trasladó al mismo ambiente de los bailes de máscaras de Venecia.
    También me gustó ese cambio de prosa a verso.
    Un besazo enorme por duplicado

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Venecia es sinónimo de carnaval y máscaras, una buena locación para las fantasías como la que nos compartió Rosana.

      Más dulces besos Dafne.

      Eliminar

“La belleza complace a los ojos; la dulzura encadena el alma” (Voltaire)