Buenas noches, muy muy de noche, aunque la oscuridad siempre es relativa y la noche puede ser iluminada por las luces de la música envolvente de una gran Fiesta.
Siento haber casi desaparecido en los últimos tiempos; nada que decir en mi favor. El viento es caprichoso y no siempre controlable. Sin embargo un colibrí me ha entregado su invitación para el baile de máscaras y su castillo me atrae en una mortal promesa.
Este año estrenaré una capa blanca hecha con las plumas de un pavo real albino, las ha estado guardando para mí durante todo el año, desplegaré su belleza, que no la mía, y sobrevolaré a sus danzantes en un cadencioso vuelo reparador, después extenderé mi manto, blanco como las estrellas reales y usted elegirá si subirse y volar o seguir danzando...
...pero el anfitrión no puede dejar la Fiesta ;)
Esperaré en las escaleras del palacio hasta que den las 12 campanadas.
© Marina