UN DULCE BAILE DE FIN DE AÑO 2020
La alborada entra por mi ventana hasta llegar a mis sábanas, insiste en despertarme, aún soñolienta y encendida por la fiesta de fin de año a la que asistí. Ha sido una fiesta fantástica, el caballero misterioso, todos los años invita a las damas del lugar. Es una pequeña aldea, llamada, “El dulce susurro”, a las afueras de Paris, es un lugar mágico, su castillo está en una cima bordada por plantas de tilo y castaños, por no hablar de sus jardines llenos de flores como la corona y el tulipán, solo contemplar tanta belleza uno se rinde a sus pies.
Como todos los años, me llegó la invitación de pergamino y firmada por nuestro Dulce caballero misterioso, que aún desconocemos, pero sus versos son de una melodía encendida difícil de no viajar a los rincones del placer.
Su perfume varonil de suave sensualidad se esparce por el salón, hace de nosotras que nuestros mejores atuendos se rindan a su silueta.
Este año ha querido dejarnos un verso seductor para nosotras así jugar a la seducción para completar entre susurros y besos la segunda estrofa. Nos las entrega con un dulce beso en la mano, invitándonos con su mirada, a través de su máscara a bailar. Yo accedi, y con susurro al oído le completé el verso.
Antes de entrar,
deja tu cuerpo soñar,
así tu huella despierta
el tesoro, dejando tu manjar.
Pudiera estar este primero de enero, de amanecida seguir relatando cada detalle del baile, pero es entrar en la intimidad.
Feliz año nuevo 2021, Gracias Dulce por tu invitación. Un dulce beso desde mi Brillo del mar
©Beatriz Martín
01/01/2021