viernes, febrero 23, 2024

El Baile por Tracy II.

El azar jugó a favor
y el oscuro Caballero apareció
para guiarla al Salón
donde góticamente vestida 
danzó sevillanas
y ofrendó su sangre al anfitrión.

© DUlCE -


Mi Gratitud Tracy.
Un beso dulce.

Su carta elegida fue ...


BAILE DE MÁSCARAS 2024


 
Un año más recibí la invitación del CONDE DULCE para asistir en su Castillo  al baile que inauguró el nuevo año.
La cosa empezaba mal pues la invitación personalizada con mi nombre y el antifaz, se me perdió y es que en las fiestas navideñas  en mi casa se pierde un romano montado a caballo, así es que decidí obviarlo porque sabía que el Conde, que me conoce de otros años, le diría  al mayordomo del Castillo que me dejara pasar.
Eso sí, tenía que buscarme un antifaz acorde a mi vestimenta, que este año no sabía cual sería:
- Tracy no te pongas histérica , que te dará tiempo a todo, llegarás a punto y perfecta como siempre.
Con estas palabras de mi "Tracy razonable", comencé  los preparativos.
Había que empezar con los prolegómenos del baile que en realidad eran un juego.
Como siempre el Conde Dulce,  no deja ningún detalle al azar para  asegurarse que días antes del evento tengas puesto tu pensamiento sólo en el Baile y sus entresijos.
 Este año  ideó algo novedoso para mantener en vilo a sus invitadas que provocó una curiosidad exacerbada en todas las asistentes, como comentamos mientras esperábamos en el Salón.
Había tres cartas con el sello personal del Conde, tenías que elegir una al azar.


Mi elegida  fue esta, cuando le di la vuelta... ¡Joderrrr!


"El Caballero Oscuro"
Esta carta habla "del poder que tiene el ser tal cual somos somos liberando lo que callamos, el misticismo es importante en la persona que la elija, su objeto es la cruz, su color es el negro y su palabra es vampiro" ¡Qué fea la palabra! estuve apunto de no ir a la Fiesta, pero el Conde no era culpable de la carta que yo había elegido y no le podía hacer el feo de no presentarme.
Todo esto condicionaba mi disfraz. 
Iría de gótica. 
Con pendientes y colgante de cruz al cuello y un antifaz maravilloso de encaje


Y este traje de cuero que en cualquier momento me puede servir para bailar unas sevillanas al final de  la Fiesta.

Lo de vampira me trajo preocupada hasta que se me ocurrió pedir al Mayordomo, nada más llegar, una Granadina, para simular una bebida de sangre, y bien de alcohol, porque tenía que resolver varios asuntos pendientes: trasladarme al Castillo subida en esos tacones sin partirme una pierna, ver qué pasaba con mi invitación  traspapelada y convertir la Granadina en "sangre creíble", pidiéndole a uno de los camareros que le echara un poco de maicena para que espesara y realmente pareciera lo que no era.

Todo se solventó, en el momento que vi aparecer al Dulce Conde, tan elegante con su antifaz y su chistera... se dirigió hacia mí, tan atento, me miró muy bien mirada y besando mi mano enguantada  dijo:

- ¡Bienvenida Tracy! Pasemos al Salón. 



Me tomó por la cintura  con delicadeza y sin darme cuenta, me encontré en mitad del Salón, meciéndome al ritmo de la música con tal suavidad que parecía estar entre nubes de algodón sólo veía los fuegos artificiales que desprendía su mirada.
La "Tracy razonable" se puso nerviosa y la "Tracy fiestera" se dispuso a pasarlo bien.
Sólo sé que, cuando todo acabó  y volví a casa, encontré que me habían traído otra invitación de parte de Dulce para que la guardara como recuerdo de la Fiesta.


lunes, febrero 19, 2024

Tonal.

Desde el fuego del atardecer
hasta el fin de las horas
dócilmente se contorsiona
entregada a las sombras.
Encendida,
por la noche sometida
que en su húmedo tacto
con voraz apetito la devora.
Íntima es la presencia
que la cela entre ataduras
y majestuosamente
le invade profunda.
Esa pulsión animal que la domina
desgarrando sus ecos
hasta liberar
su tonal espíritu de lluvia.

miércoles, febrero 14, 2024

Destino.

Había cruzado dimensiones tantas veces como su curiosidad le había impulsado a hacerlo, aquello se había convertido en una divertida costumbre. Ya asimilaba mejor los efectos que producía ir de un plano a otro en tan poco tiempo, aunque eso también tenía sus riesgos, pero "no hay aventura sin riesgo", se decía a sí misma antes de emprender cada viaje. Para ello solo necesitaba desearlo fervientemente, porque en gran parte esos mundos nacían de sus deseos y sobre todo de creer que era posible.

Aunque en ocasiones esos deseos se mezclaban con los de otros y su destino podía ser un tanto diferente a lo pensado. De cualquier modo, no temía a los desafíos.

Así había encontrado a su mascota, un pequeño dragón verde que era su guía a través de  tantas realidades alternas. Su ropa también cambiaba de manera instantánea y se asemejaba a una guerrera. Y su nombre, su nombre no era el habitual.

Fue de esa manera que un día se encontró en un nuevo mundo, donde todo el entorno era violeta, en lo alto brillaba un luminoso Sol que le daba una sensación cálida y placentera, envolviéndola de seguridad. Al mismo tiempo había dos Lunas Violetas, cada cual con una órbita y cuando ambas coincidían se hacía visible el Castillo donde moraba ese ser que le era tan familiar, El Caballero del Sombrero de Copa.

Su presencia la llamaba, casi podía oír su voz hablándole y sentir su tacto acariciándole. Algo en ella le decía que nada era casual, que estar allí era destino y que finalmente, todas las piezas encajaban.

© DUlCE

Relato que forma parte de la propuesta "Un nuevo mundo"
del blog "Varietés" de Ginebra Blonde.
También publicado en "Lovely Bloggers" bajo etiqueta © DUlCE.