Desde el fuego del atardecer
hasta el fin de las horas
dócilmente se contorsiona
entregada a las sombras.
Encendida,
por la noche sometida
que en su húmedo tacto
con voraz apetito la devora.
Íntima es la presencia
que la cela entre ataduras
y majestuosamente
le invade profunda.
Esa pulsión animal que la domina
desgarrando sus ecos
hasta liberar
su tonal espíritu de lluvia.
En este poema me transmites una gran carga espiritual.
ResponderEliminarSerá quizás por el bello significado de la palabra Tonal.
Un besote Dulce, feliz semana.
Generalmente mis poemas guardan un algo más a descubrir, pero sí, lo espiritual va incluido sobre todo por ese concepto que mencionas Campirela.
EliminarBesos dulces.
Muy linda composición que deleita los sentidos haciendo que ese tonal, seduzca la piel, erizando las sensaciones.
ResponderEliminarBesos golosos Dulce amigo, feliz semana.
Me guata aquello que dices, seducir la piel y erizar las sensaciones, suena a dulce placer.
EliminarBesos dulces golosa Rosana.
No había escuchado la palabra tonal, aunque es fácil de averiguar que está vinculada al tono. Me ha gustado el tono del poema, sensual como siempre, bordas estos poemas, llegas, y haces sentir. Un beso dulce.
ResponderEliminarEstá vinculada al tono, pero también tiene un significado místico en algunas culturas. Gracias por apreciar así mi poema Carmen.
EliminarUn beso dulce.
Y es vinculo es tan estrecho e intimo que no la abandonará nunca. Un placer leerte, Dulce.
ResponderEliminarUn beso
Las marcas más profundas siempre permanecen Carmela. Un gusto recibirte siempre.
EliminarUn beso dulce.
Magnífico poema...la plenitud,el deseo y el desgarro...
ResponderEliminarPrecioso.
Un beso!
Todo aquello encadenado en una sucesión detonada por el placer. Lo has resumido de manera precisa.
EliminarBesos dulces Lunaroja.
Sensual y liberador poema. Te mando un beso.
ResponderEliminarY liberarse es lo mejor cuando se trata de sentir. Tan simple como eso.
EliminarOtro beso dulce para ti.
Supongo que la lluvia tiene esa tonalidad sumisa que se doblega en cada gota al caer y derramarse sobre la tierra, mientras el crepúsculo de la tarde se rinde en los brazos de la noche.
ResponderEliminarMuy bonito DULCE, un beso grande!
Te has vuelto poeta, lo has dicho bellamente María.
EliminarUn beso dulce.
La lluvia en la mansedumbre, como anhelo. Un buen poema de entrega.
ResponderEliminarUn abrazo, Dulce.
Como anhelo y como realidad consumada en esa entrega.
EliminarUn beso dulce.
Ese momento del día cuando el ser revela la verdadera esencia... entre sombras o plena oscuridad y, sin embargo, siendo lo más luminoso... tanto que provoca esa íntima lluvia, que se entrega, se concede, se rinde a modo de sumiso obsequio sólo a Aquel que siempre sabe cómo porque crea esos lazos que ligan más de lo que atan cualquier simple cuerda.
ResponderEliminarBesos grandes grandes.
Y ante tus palabras no se puede decir más porque son las precisas. Sobre todo el final. Mi gratitud por ese dulce susurro Alma.
EliminarBesos dulcemente grandes.
Del fuego a la lluvia... Un poema cautivador, y la imagen del final logra atraparte completamente igual que las ataduras *.*
ResponderEliminarDulces besos de shibari
Hay fuegos que provocan placenteras lluvias Señorita, por contradictorio que parezca.
EliminarDulces besos que te aten.