martes, febrero 04, 2025

El Baile por Maia.

Nerviosa llegó a El Salón
para su primer Baile
con el Dulce Caballero,
inquieta ante el encuentro
pronto los dulces arrullos 
se adueñaron de su deseo
y ante la profunda mirada
dos piezas dócilmente
cedieron.

- © DUlCE -


Mi gratitud querida Maia por aceptar la invitación
y regalarme tu presencia en Mi Baile.
Besos dulces.


UNA PROFUNDA MIRADA

Jugaba con el borde de la copa, un poco distraída, un poco incómoda, me situé en uno de los extremos de ese amplio y místico salón; y pensaba... ¿Por qué me puse este atuendo de dos piezas; y la blusa...?, me hace cosquillas, ¿Es el atuendo?, ¿O soy yo que estoy nerviosa?; y discretamente trataba de acomodarla jalando un poco de un lado y acomodando el otro, olvidándome por momentos que estaba en el salón de ese enigmático castillo.

Él llegó detrás, su voz se sintió como un arrullo

— Maia, ¿Cuándo dejarás de pelear con esa blusa?
— No lo sé, no me doy cuenta, decía mientras pensaba si había sido tan obvia 
— Es linda 
— Lo es
— ¿Y por qué la compraste?
— No; yo, no, no sé, fue de último momento no pensaba asistir a tu baile 
— Vaya, pero estás aquí, ¿Por qué no te gusta?, te sienta bien 
— Es bonita, no sé 
— !Quítatela!
— ¿Qué dices?
— Ah, ¿no me escuchaste?, te ves preciosa pero es una blusa que me resta de tu atención, te siento incómoda, tu hombre no tiene problema con eso, pues quítatela 
— ¿Mi qué?, ¿Qué?, no; yo, ¿Qué?, ¿Qué dices?
— Dije "tu hombre", así, sencillito; sin esperar reciprocidad, -pero claro que la deseo-, soy tu hombre porque así lo siento, así lo quiero, nada, ¡quítatela!, ¿o quieres que lo haga yo?.

El Dulce Caballero me sostuvo la mirada, su rostro parecía un poema.

© Maia.

domingo, febrero 02, 2025

El Baile por Nuria de Espinosa.

El Salón la recibió
por primera vez como invitada
y al juego se unió
buscando tras cada puerta
al Dulce Caballero.
Me buscó, me buscó,
pero fui yo quien la encontró

- © DUlCE -


Mi gratitud Nuria por asistir a Mi Baile por primera vez
y hacerlo con estos susurros.
Besos dulces.



El dulce caballero y el castillo

 


En esta nueva propuesta Dulce nos invita a su baile de máscaras. Si quieres unirte entra AQUÍ

                 Encuéntrame ...

Dulce propone: "El Baile dura varios días y como buen anfitrión me gusta dedicar tiempo a cada invitada, pero en algún momento puedo desaparecer de El Salón, El Castillo posee diversas habitaciones, puedo estar aquí o allá, tal vez en El Confesionario, tal vez en La Habitación Violeta o en La Biblioteca, o en La Habitación Audiovisual, o puedo estar tras La Última Puerta.
Dónde estará el Dulce Caballero anfitrión en ese momento en que lo buscas?"

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En el salón, el baile nunca acaba;
allí la música, es magia y no termina,
entre risas y camisas de seda,
el Dulce Caballero se interesa.

Su rostro es un sueño que se esfuma,
sus pasos, truenos en la llanura;
porque al buscarlo sin premura,
te rodea su ausencia como la espuma.

¿Y si está en el Confesionario?,
ahí las palabras flotan en el pasado,
como un susurro indiscreto,
su corazón reposa en solitario.

O tal vez, en la habitación violeta,
donde los colores danzan sin destino;
él sueña en un rincón, siendo divino,
envuelto en luz, flor y olvido.

En la biblioteca de tiempos perdidos,
se oculta entre páginas de un cuento,
y cada letra, como un paso lento,
te guía hacia misterios incrédulos.

O, en la habitación de proyecciones,
donde el pasado y el futuro se unen,
en imágenes que resplandecen
con suspiros, reflejos y colores.

Mas, si tras la última puerta llamas,
donde la verdad reposa y no engaña,
el aire se vuelve opacidad extraña,
y el Caballero, dulce, te reclama.

"Estoy en cada rincón de tu deseo,
en cada búsqueda, en cada paso incierto.
Mi presencia es un retorno siempre abierto, me encontrarás… cuando menos lo creo."

El Castillo guarda su misterio pétreo,
y en sus pasillos, llenos de silencio,
el Dulce Caballero es como un destello
de presencia y de ausencia en cada invierno.

~Te busco, pero no te encuentro~.


viernes, enero 31, 2025

El Baile por Cora V.

Cuando la magia baila
al son de los deseos
ocurre lo inevitable,
cuando la dulzura llama
el encuentro prometido
se vuelve inolvidable
y así todo sigue siendo.

- © DUlCE -


Mi gratitud Mi Corita por acudir al dulce llamado.   
Besos siempre dulces.
 

Tras la Opacidad


Este año me hice escarcha de un invierno frío y de una lluvia que calaba más allá de los huesos y cuando las ilusiones se desvanecían por torrentes sin medida de la vida, una invitación salía de mi buzón, una carta con un sello violeta, señal de que nadie la había abierto…

Como todos los años, era la invitación del baile de máscaras de Año Nuevo. De parte de un anfitrión que todos conocemos, por sus placeres violetas, su dominancia y a la vez esa dulzura que lo nombra. 

Llegó el día donde hasta el más mínimo rayito de Sol se veía radiante, así como lo era mi figura, con ese vestido frente al espejo, (en el que hacía tanto que no me miraba). En mi pensamiento todo se llenaba de nostalgia al verme en aquel salón, surcando sigilosamente los peldaños de una escalera roja e interminable. 

Qué mejor espera que el Dulce Caballero al fondo, con su mano extendida cruzando su mirada con mi timidez…

Sonaba la música, la gente bailaba engalanada, mientras Él y yo compartíamos risas y recuerdos entre las caricias de sus dedos en mis dedos. Cuando la luz se apagó y en mi lúcida ahora desnudez me volvía su adicción, con el diluvio recorriendo lo que un día fue un indeleble destino.

Nos entregamos a lo inevitable e inolvidable…

No importaba la gente tras la opacidad… Solo Él y yo, y su mano guiando mis pasos con la suavidad de un dulce susurro, donde me decía ven…

Y aún a día de hoy… sigo allí en su piel, en su mirada felina y en lo más profundo de su corazón.

© Cora