Cuando la magia baila
al son de los deseos
ocurre lo inevitable,
cuando la dulzura llama
el encuentro prometido
se vuelve inolvidable
y así todo sigue siendo.
- © DUlCE -
Mi gratitud Mi Corita por acudir al dulce llamado.
Besos siempre dulces.
Este año me hice escarcha de un invierno frío y de una lluvia que calaba más allá de los huesos y cuando las ilusiones se desvanecían por torrentes sin medida de la vida, una invitación salía de mi buzón, una carta con un sello violeta, señal de que nadie la había abierto…
Como todos los años, era la invitación del baile de máscaras de Año Nuevo. De parte de un anfitrión que todos conocemos, por sus placeres violetas, su dominancia y a la vez esa dulzura que lo nombra.
Llegó el día donde hasta el más mínimo rayito de Sol se veía radiante, así como lo era mi figura, con ese vestido frente al espejo, (en el que hacía tanto que no me miraba). En mi pensamiento todo se llenaba de nostalgia al verme en aquel salón, surcando sigilosamente los peldaños de una escalera roja e interminable.
Qué mejor espera que el Dulce Caballero al fondo, con su mano extendida cruzando su mirada con mi timidez…
Sonaba la música, la gente bailaba engalanada, mientras Él y yo compartíamos risas y recuerdos entre las caricias de sus dedos en mis dedos. Cuando la luz se apagó y en mi lúcida ahora desnudez me volvía su adicción, con el diluvio recorriendo lo que un día fue un indeleble destino.
Nos entregamos a lo inevitable e inolvidable…
No importaba la gente tras la opacidad… Solo Él y yo, y su mano guiando mis pasos con la suavidad de un dulce susurro, donde me decía ven…
Y aún a día de hoy… sigo allí en su piel, en su mirada felina y en lo más profundo de su corazón.
© Cora
Un aporte excelente el de Cora. Tu poema me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo para ambos, Dulce.
Un aporte con mucho sentimiento, como suele ser Cora. Y gracias también por apreciar mi poema de presentación.
EliminarUn beso dulce.
En este baile de Cora nos deja un halo de nostalgia que traspasa sus palabras.
ResponderEliminarUn baile especial, sin duda alguna.
Besos, y felicidades ambos.
Así es, comienza con ese halo de nostalgia como dices, pero termina cálidamente.
EliminarBesos dulces Campirela.
Ayss... pura pasión y exquisitez!
ResponderEliminarbesos a los dos!
Tal cual, Cora ha desplegado todo su arte para brillar en Mi Baile.
EliminarBesos dulces Lunaroja.
Uy me gusto mucho ella es una gran escritora. Te mando un beso.
ResponderEliminarSin duda lo es y este relato lo demuestra, a ver si nos regala más como esto.
EliminarUn beso dulce para ti.
MÁSCARAS E DESEJOS (Vesão 1)
ResponderEliminarA música se espalhava pelo salão como um sussurro insinuante, um convite ao pecado. As velas tremulavam em candelabros dourados, lançando sombras dançantes sobre os rostos mascarados que deslizavam pelo mármore negro. O perfume de rosas e vinho se misturava ao calor dos corpos que seguiam o ritmo dos violinos.
Ela estava ali, no alto da escadaria, uma visão envolta em seda carmim. A máscara dourada cobria parte de seu rosto, mas seus lábios rubros denunciavam um sorriso de promessa. Os olhos percorriam o salão, em busca daquele que há semanas lhe enviava cartas repletas de segredos e provocações.
E então, ele surgiu. Um homem alto, de traje negro impecável, uma máscara prateada escondendo sua identidade. Seus olhos, no entanto, eram impossíveis de ignorar. Fincaram-se nos dela com a certeza de quem já sabia o desfecho daquela noite.
Ela desceu, lenta, cada passo um desafio mudo. Quando o encontrou, ele lhe estendeu a mão enluvada, e sem hesitar, ela aceitou. Dançaram como se fossem os únicos naquele baile, os corpos em um jogo de aproximações e fugas, faíscas invisíveis queimando entre os dois.
Os dedos dele escorregaram suavemente por sua cintura, pressionando-a contra si. O hálito quente roçou sua orelha quando ele murmurou:
— Você veio.
Ela sorriu, oscilando entre a rendição e a provocação.
— E você me esperou.
Sem mais palavras, ele a guiou para longe da multidão, pelos corredores ornamentados com tapeçarias e segredos. Um toque na porta de madeira maciça, e esta se abriu para um aposento iluminado apenas pela luz trêmula do luar.
Ali, onde as máscaras podiam cair, os olhares se tornaram mais intensos, as carícias mais audaciosas. Os lábios dele tomaram os dela com urgência contida, enquanto os tecidos finos deslizavam como promessas desfeitas ao chão.
Naquela noite, entre os sussurros do baile e o arrepio da madrugada, não importavam nomes ou rostos. Apenas os corpos, a pele e o desejo que incendiava a escuridão.
..............................................................
MÁSCARAS DO DESEJO (Vesão 2)
ResponderEliminarO salão era um oceano de sombras e promessas. A música serpenteava pelo ar, um murmúrio sedutor entre os corpos mascarados que deslizavam sob a luz bruxuleante dos candelabros. Os sussurros e olhares secretos preenchiam o ambiente com uma tensão que vibrava na pele.
Ela estava ali, vestida em seda rubra, a máscara dourada ocultando sua identidade, mas não a fome em seus olhos. Procurava por ele. Há semanas, cartas repletas de promessas lhe chegavam, escritas por mãos que conheciam cada capricho seu. Palavras que incendiavam sua pele antes mesmo de serem sussurradas.
Então, o sentiu antes mesmo de vê-lo. Um perfume amadeirado, um calor próximo demais, um olhar que a despia sem pudor. Ele estava atrás dela.
— Você veio. — A voz grave deslizou por sua nuca, tão próxima que fez sua respiração falhar.
Ela sorriu, sentindo o arrepio se espalhar por sua pele.
— Para quê fugir do inevitável?
Ele deslizou um dedo pelo seu ombro nu, um toque leve, mas que incendiava como brasa. Em silêncio, tomou sua mão, guiando-a para longe do salão.
O corredor era um convite ao perigo. O som da festa se tornava distante enquanto ele a encostava contra a parede fria, o contraste entre o mármore e o calor do seu corpo arrancando-lhe um suspiro.
— Você já sabe como termina essa noite... — Ele murmurou, os lábios roçando seu pescoço.
Ela arquejou quando sentiu os dentes levemente pressionarem sua pele, uma mordida sutil, um aviso de tudo que estava por vir. As máscaras ainda cobriam seus rostos, mas nada mais os separava.
As mãos dele deslizaram pela curva do seu quadril, puxando-a contra si. Ela sentiu a rigidez inegável de seu desejo e retribuiu com um roçar de corpos que o fez prender a respiração.
Ele ergueu sua perna, enlaçando-a em sua cintura, e pressionou seu corpo contra o dela, seus lábios explorando, sugando, mordiscando cada pedaço de pele que encontravam.
— Diga-me para parar… — provocou, os dedos deslizando sob o tecido fino de sua roupa, traçando caminhos proibidos.
Mas ela não queria que ele parasse. Nunca quis.
O desejo os consumia como fogo. As mãos inquietas arrancavam os últimos vestígios de seda e mistério, e então, ali, entre sombras e suspiros, perderam-se um no outro.
E quando enfim as máscaras caíram, já não importava quem eram — apenas o prazer compartilhado naquela noite sem nome, sem amanhã.
..........................................................................
Com muito carinho para o seu sensual baile de máscaras.
1001 BEIJOS CALIENTES!
Muchas gracias Cléia por ambos relatos llenos de sensualidad, ambas versiones me encantan y las luciré con todo gusto en unos días. Obrigado por participar de Mi Baile.
EliminarBeijos doces.
Un dulce poema en consonancia con un baile esperado cada anochecer del último día del año. El año termina y la sensualidad y el placer permanecen, es la magia del susurro de un castillo creado para soñar, volar y ser libre de sentir.
ResponderEliminarMuy buenos los dos, por lo tanto sendos besos para los bailarines. 💋💋
Me gustan esas palabras tuyas, muy acertadas para describir el ambiente que se crea mágicamente con Mi Baile, es la idea, dejar ir la imaginación y hacerlo posible.
EliminarBesos dulces Marina.
Que siga bailando esa magía a la que nos tienes a costumbrados.
ResponderEliminarHe disfrutado leyendo a Cora, me gusta su estilo y forma de hacer.
Felz fin de semana.
Un beso dulce.
La suavidad y ternura de Cora siempre nos regala letras muy sentidas, un placer que las hayas disfrutado Carmen. Quedan más ecos del Baile.
EliminarUn beso dulce.
Maravillosa Cora, un baile lleno sensualidad y con su sello sin duda.
ResponderEliminarBesos a ambos!
Con su sello que contiene aquello que has mencionado.
EliminarBesos dulces Dakota.
Brilló sin duda en tu espléndido baile!!
ResponderEliminarBesos a los dos!!
Un alma luminosa más para hacer posible la magia.
EliminarBesos dulces Milena.
Un baile lleno de sensualidad y mezcolanza. Precioso. Un abrazo Cora y Dulce
ResponderEliminarHay mezcolanzas que resultan siendo muy placenteras.
EliminarUn beso dulce para ti.
Me ha encantado como ha quedado el relato, la introducción es preciosa, y así las imágenes que elegiste.
ResponderEliminarLo leo y es más emotivo y me emociona incluso, más que cuando lo escribí. Me faltó la canción que suelo añadir siempre.
Gracias a todos también por tan bonitas palabras.
Besos siempre dulces Mi Dulce.
Un encuentro muy emotivo en Mi Baile y yo encantado de que hayas participado. Aún puedes agregar una canción si deseas, la música es parte del Baile. Un placer siempre Mi Corita, gracias por venir.
EliminarBesos siempre dulces.