viernes, febrero 14, 2025

Encuentro.

Organizar Mi Baile ya es una tradición, mis invitadas lo esperan con ansias y yo de la misma forma espero ver cómo me sorprenderán un año más. El Baile ya ha trascendido los muros de mi Castillo y se habla de él en muchos otros sitios. Por ello nada puede quedar al azar.

Un año más todo estaba dispuesto para recibir a las elegidas para esta ocasión, algunas ya eran habituales asistentes y conocían cada recoveco de mi Castillo, otras asistirían por primera vez y yo, como era habitual, las atendería personalmente a todas. 

Así inició un nuevo Baile, con la expectación de siempre a pesar de ser ya la novena edición. Las invitadas comenzaron a llegar, la música ya llenaba las estancias y pronto el juego preparado para la ocasión comenzó.

Entre la algarabía del festejo nadie advirtió cuando desaparecí, hasta que Ella notó mi ausencia y pronto las demás. El desafío era encontrarme, algunas subieron las escaleras abriendo cada puerta en el pasillo. Cada habitación tiene el poder de recrear la fantasía de la invitada, fue así que muchas me encontraron en la Biblioteca, otras en La Habitación Violeta, algunas tras La última puerta. En todas estuve presente, el ser Vampiro me permite moverme anticipando el momento. Pero Ella sabía dónde buscarme y logró encontrarme vislumbrando parte de mi rostro más allá de la máscara. Sus ojos que iluminaban ya la sombría habitación se reflejaron en los míos atentos a cada detalle de su belleza. La complicidad era el mejor lenguaje entre nosotros y también el tacto de las manos deslizándose por sus hombros descubiertos, allí posé ligeramente mi boca y ella respondió con un suave gemido que por un instante cortó su respiración. 


No hacía falta palabras cuando ya nos lo decíamos todo a nuestra manera, y todo sucedería en esa habitación antes de que el Baile concluyera. Cada encuentro era solo un momento y al mismo tiempo era la eternidad.

Mis labios descendieron por su hombro y mis manos tomaron ventaja por su cuerpo, las suyas invadían el íntimo rincón bajo mi pantalón, la palma de su mano se deslizó por mi miembro que le respondió con vigor. Liberarlo fue el siguiente paso. Cada acción era una apuesta y la siguiente que le sucedía era más alta elevando el listón. En ese reto constante los besos y caricias encadenaban nuestros cuerpos que se acoplaban de manera perfecta, tal como aquella joya que Ella llevaba a petición mía.

Su mirada me pedía más y solo bastó un gesto para que Ella adoptara la posición que sabía era mi preferida, verla así era una visión perfecta que agitaba todos mis más perversos deseos. Ante esa incitación le di una nalgada que le hizo temblar, sus labios suaves se abrieron, sujeté sus caderas firmemente y me hundí en Ella que arqueó su cuerpo y mordió su labio queriendo acallar lo inevitable.

Me había encontrado, nos habíamos encontrado, el ritmo fue in crescendo desde lo suave hasta lo tortuoso y nuestro baile parecía interminable. La joya seguía en su sitio y yo no quería dejar el mío. Al final, aún dentro de Ella, susurré su nombre, el que solo yo conozco ...

- © DUlCE -

miércoles, febrero 12, 2025

El Baile por Marina VI.


Finalmente llegó
venciendo a la duda,
vestida de nubes
y acompañada de la Luna.
De mi mano se dejó llevar
y ya no le bastó
con solo mirar.
 
- © DUlCE -


Muchas gracias Marina
por no perderte Mi Baile y llegar a la cita.
Besos dulces con mi cariño.

VESTIDA DE NUBES Y LUNA


Llegó por el aire cubierta de nubes, jugando con la luna, una invitación juguetona y traviesa. No se detuvo en el buzón, eso habría sido demasiado mundano, se coló por debajo de la puerta, empujada por un viento suave y amistoso que la elevó por encima de la lámpara. Allí me la encontré, de conversación con las arañas.
"VEN AL BAILE". El baile, así, sin más aditamentos ni nombres añadidos. Con nombre propio y único.
Este año mi mente estaba perdida en una bruma recóndita y pensamientos entristecidos, pero mi curiosidad es quien manda y su poder no se discute...solo fui a mirar.

Con mi escoba nueva, recién estrenado, veloz, silenciosa, repleta de extras y opciones increíbles, llegué, sin ser vista, al Castillo imponente, cuyas torres se perdían en la elevada negrura de la noche.
Carruajes impresionantes cubrían el largo sendero, de ellos bajaban damas semiocultas por máscaras, capas y crujidos de sedas, sólo las risas y los murmullos nerviosos destrozaban los silencios de la noche.

Y comenzó el baile. Sentí cómo los pentagramas con sus notas saltarinas y sus acertadas claves, volaban de la orquesta a la ventana, vi, cómo se abrían las hojas cristalinas formándose un camino ligero, inestable y , ciertamente incitador de sensaciones.
Alguien lo observaba todo con cierta impaciencia.

Un lacayo enfadado por mi presencia me llamó por mi nombre, cosa que me dejó perpleja. Me comunicó que tenía que entrar ya porque las puertas se cerrarían en pocos minutos.
Miró mi escoba y mis ropajes de bruja nocturna y su mohín indicó que no aprobaba mi aspecto.
 
Me di cuenta que de nada iba a servir decirle que solo iba a mirar, que no tenía intención de entrar... 

Miré el camino musical y me decidí. Ante la atónita mirada del guardián de la puerta el conjuro  hizo su función y un vestido de nubes y rayos de luna se apoderó de mi cuerpo y, cuál Cenicienta, con unos zapatos de cristal, me subí a la clave de sol y entré al baile.

El Caballero del sombrero de copa me agarró de la mano y tiro de mí, escaleras arriba 
- Ya sabía que entrarías, está en tu naturaleza.
Qué podía decirle, sino dejarme llevar. Abrir aquella puerta al final de la escalinata, que esconde secretos y pasiones, sentir y disfrutar la música, preludio de una gran noche.

© Marina

lunes, febrero 10, 2025

El Baile por Tracy III.

De mi color favorito
se vistió para complacerme,
no la detuvo la lluvia,
ni tampoco el tiempo
solo las puertas
que le privaron
de un dulce encuentro.

- © DUlCE -


Mi gratitud Tracy
por traer tu buen humor a Mi Baile.
Un beso dulce.


EL BAILE DE DULCE


 Como la magia todo lo puede he conseguido retrasar el reloj hasta el día 31 de diciembre y recibir al nuevo año 2025 como se merece, asistiendo a tu baile de fin de año.

Voy a recoger mi invitación y enterarme de las normas de protocolo que habías puesto, si es que las hubiera.


parece que no hay normas así es que voy a probarme un vestido   morado, porque sé que ese color te gusta mucho, a ver qué tal me está, porque los excesos navideños se han dejado notar.
 En último lugar llevaré el antifaz y el paraguas, que para ambos no se necesita tener en cuenta la báscula.







Ya me lo probé y me está perfecto.
Voy para el Palacete. 
¡Vaya....! la puerta está cerrada, no me ha servido de nada venir lo monísima que vengo. Se conoce que tus lacayos se han ido a dormir pensando que ya no llegaría nadie.
Por favor no les amonestes demasiado, que lo de encontrarles sustitutos, está poniéndose difícil, además he sido yo la que me he pasado llegando un mes más tarde de lo previsto. 
Lo que siento es que con lo "terminaíta" que he venido, no me vas a ver y te advierto que mejor que sea así  porque me está lloviendo lo que no estaba previsto y el paraguas de encaje que elegí para la ocasión deja pasar el agua como si fuera que un colador.
Así que me voy a casa  y espero llegar a tiempo al próximo baile que me invites, que será el de Carnaval ¿no?
Mil disculpas. 
Con cariño