viernes, enero 31, 2025

El Baile por Cora V.

Cuando la magia baila
al son de los deseos
ocurre lo inevitable,
cuando la dulzura llama
el encuentro prometido
se vuelve inolvidable
y así todo sigue siendo.

- © DUlCE -


Mi gratitud Mi Corita por acudir al dulce llamado.   
Besos siempre dulces.
 

Tras la Opacidad


Este año me hice escarcha de un invierno frío y de una lluvia que calaba más allá de los huesos y cuando las ilusiones se desvanecían por torrentes sin medida de la vida, una invitación salía de mi buzón, una carta con un sello violeta, señal de que nadie la había abierto…

Como todos los años, era la invitación del baile de máscaras de Año Nuevo. De parte de un anfitrión que todos conocemos, por sus placeres violetas, su dominancia y a la vez esa dulzura que lo nombra. 

Llegó el día donde hasta el más mínimo rayito de Sol se veía radiante, así como lo era mi figura, con ese vestido frente al espejo, (en el que hacía tanto que no me miraba). En mi pensamiento todo se llenaba de nostalgia al verme en aquel salón, surcando sigilosamente los peldaños de una escalera roja e interminable. 

Qué mejor espera que el Dulce Caballero al fondo, con su mano extendida cruzando su mirada con mi timidez…

Sonaba la música, la gente bailaba engalanada, mientras Él y yo compartíamos risas y recuerdos entre las caricias de sus dedos en mis dedos. Cuando la luz se apagó y en mi lúcida ahora desnudez me volvía su adicción, con el diluvio recorriendo lo que un día fue un indeleble destino.

Nos entregamos a lo inevitable e inolvidable…

No importaba la gente tras la opacidad… Solo Él y yo, y su mano guiando mis pasos con la suavidad de un dulce susurro, donde me decía ven…

Y aún a día de hoy… sigo allí en su piel, en su mirada felina y en lo más profundo de su corazón.

© Cora 

miércoles, enero 29, 2025

El Baile por Auroratris VII.

Dulce fue la Luna
cómplice en la noche
de un juego de sombras,
dulce también fue el secreto
compartido tras la última puerta
guardado en la piel
de quien así lo cuenta. 

- © DUlCE -


Mi gratitud Mi Querida Auro
por responder como siempre a mi invitación
y regalarme tus susurros.
Besos muy dulces con mi cariño.



DULCE LUNA

Desde hace un tiempo que habito en una aldea, a las afueras de la Gran Ciudad. Me refugié en un lugar donde la actualidad llega tarde y mal. Hace unos días regresé a casa para recoger algunos enseres. El buzón estaba a reventar entre folletos de publicidad y ofertas de supermercados. No encontré factura alguna ya que hoy en día todo está informatizado. Recogí el volumen del correo para depositarlo en el contenedor del papel cuando un toque de magia, digámoslo así, hizo que un sobre de color violeta cayera a mis pies. Me deshice del resto y cogiendo dicho sobre me dirigí hacia el interior de mi casa.

No tenía prisa por abrirlo puesto que sabía de quién se trataba. Me preparé un café mientras aspiraba la dulce fragancia que expedía el sobre, a su vez rememoré las distintas ediciones que el Dulce Caballero suele realizar para fin de año. Pese a mi ausencia se había acordado de mi invitación. Algo que agradezco ya que cada vez soy más una sombra.

Di un sorbo al café hasta que decidí abrir el lujoso sobre, tan lujoso como la invitación que había dentro. Preciosa y elegante. No se podía esperar menos viniendo de Él, tampoco el juego que prometía en su interior.

¿Qué planes tenía yo previstos para esta última noche del año? Ah, sí. Ver consumirse el fuego de la chimenea por encima de mis pies, mientras como las uvas y recibo el Año Nuevo. Aposté por cuanto decía la invitación. Mi Reino por una NocheMágica.

Empecé por el atuendo. Comprobar qué podía servir de años anteriores y qué no. El maquillaje debe ser luminoso. El peinado, original y personal. Y lo más importante, el desplazamiento. Me puse manos a la obra. Contraté un coche con su chófer, no me apetecía nada conducir ya que los brindis se sucederían a lo largo de la noche. En menos de 24 horas debía tener todo el conjunto bien armado.

Heme aquí frente a la Gran Puerta del Castillo, imponente e intimidadora. La música suena en el interior traspasando sus muros y poseyéndome. Escucharla es entrar en un ligero trance que me conduce hasta El Salón. La belleza de las invitadas reluce como los diamantes. Ropajes y máscaras. Al final de la escalera siempre está El Dulce Caballero para recibirnos y depositar una palabra amable en nuestros oídos, que dibujará una sonrisa la cual no se borrará en toda la noche.

Retira la capa de mis hombros a la vez que me ofrece una copa de champán. Un ritual ya aprendido. Nuestras cabezas se inclinan en una sutil reverencia. Distingo su mirada a través de su máscara. Esta se dirige hacia el centro del Salón, intuyo que es la invitación para el baile. Acepto. Luego será más difícil coincidir con el anfitrión.

Mi vaporoso vestido se adapta a la armonía de sus pasos. Su mano, adherida a la desnudez de mi espalda, guía con Maestría y Seguridad. No necesito mirar nada más que la oscuridad de sus ojos, un lago oscuro donde me introduzco un Año Más.

El tiempo va desfilando al igual que el resto de las invitadas. El Salón ya está completo. Todas estamos preparadas y equipadas para el Momento de las Campanadas, el cual se produce entre una familiar algarabía. Suenan los besos y los deseos de boca en boca.

Feliz Año Nuevo, Feliz Año Nuevo, Feliz Año Nuevo..., pero ¿Dónde se encuentra El Dulce Caballero? Así es. El juego ha comenzado. Nos recogemos las faldas, unas, en tanto, otras se descalzan para iniciar la búsqueda entre pícaras sonrisas. Nos repartimos por las distintas dependencias del Gran Castillo.

Me dirijo a la primera planta, desde el centro del pasillo visualizo una hilera de enormes puertas. Una igual a la siguiente, así hasta la última. Lo cual hace imposible adivinar qué guarda cada habitación. Las invitadas comienzan a desaparecer, adentrándose en dichos aposentos.

En la segunda planta la penumbra se hace patente. Hay un aroma a violetas que inunda todo el pasillo. El silencio es envolvente y la hilera de puertas se hace presente una vez más. Recorro el largo camino que me separa de una Última Puerta. La escasa luz la hace invisible, pero al avanzar esta se revela diferente a las demás.

Respiro profundamente antes de hacerme con el pomo. Lo giro despacio y la puerta cede al empuje. Era de esperar que la habitación también estuviera en penumbra. Mis ojos ya acostumbrados a la escasa luz constatan que allí no hay nadie. Es un lugar reconfortante. La decoración acorde con el Castillo y su Anfitrión. El cortinaje deja semi oculto un gran ventanal, que da al bello y amplio jardín. La Luz de la Luna dibuja sombras sobre él. Me acerco un poco más, solo ha hecho falta un pequeño movimiento de mi mano para que un rostro se desvele ante mí. La imagen es esta, la tenue luz de la habitación en un lado de su cara, al otro un Rayo de Luna.

Te encontré Dulce Caballero.

En todo juego que se preste siempre hay un premio para el ganador ¿Podéis imaginar cuál fue el mío? El Dulce Caballero tiene un gran abanico de suculentos premios. No digo más.

Abandono el castillo antes de que la Luna se lleve la magia. Me acompañan los acontecimientos allí sucedidos y un Dulce Secreto guardado en mi Piel.

©Auroratris


Susurrado por Auro se disfruta aún más ...

lunes, enero 27, 2025

El Baile por Dakota.


Cruzó el umbral
de la puerta violeta
para dejarse llevar
por sus oscuros deseos,
y al golpe incesante
de las doce campanadas
inició el año
con nuevos propósitos.

- © DUlCE -


Mi gratitud Dakota por esta sesión de dulce sabor
en La Habitación Violeta.
Besos dulces.


Baile de máscaras de Dulce 24/25

Como cada año Dulce nos deleita con su baile de máscaras de fin de año desde su blog "El susurro de las palabras" .


Encuentro Violeta

Llegué a casa tras una dura jornada de trabajo, abrí el buzón del correo y entre la correspondencia un sobre violeta que contenía una invitación.
"Querida Dakota queda invitada al baile de máscaras que dará lugar el día de Nochevieja a las 20 h en mi mansión ubicada en calle Paraíso, 30. Espero su asistencia, si acepta la invitación debe llevar máscara, vestido largo negro y zapato de tacón". 
Atentamente León Dom.

Un nuevo año estaba invitada al evento donde Amos y sumisas se daban cita en un baile que era algo más, un lugar donde dar rienda suelta a la imaginación y a los placeres de Dominar y ser dominadas.
Todavía faltaban unas horas que aproveché para darme una ducha y arreglarme para la ocasión, lencería fina de encaje color negro y como decía la invitación un vestido largo negro y máscara.

Una vez vestida llamé un taxi y me dirigí a la mansión.


Cuando llegué habían dos guardas de seguridad en la puerta, di mi nombre y después de buscarme en la lista de invitados abrieron la puerta y me dieron paso al gran salón de la mansión. Cómo era de esperar caballeros y damas conversaban y bebían en el gran salón. El anfitrión salió a recibirme con una copa de champán que me ofreció para brindar con él.
-Me alegro que hayas aceptado la invitación, ya sabes que puedes hacer uso de cualquier estancia de la casa.
-Gracias Mi Señor, es un honor estar aquí, espero que me reserve un baile.
-Por supuesto mi querida Dakota, te reservo algo más que un baile.
En ese instante su mirada que revelaba deseo se clavó en mí y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

León se alejó y yo me quedé en el salón entablando conversación con alguna de las invitadas a las que ya conocía de otras reuniones.

Me dirigí a la barra a por otra copa de champán y me fui a dar una vuelta por la mansión, había un largo pasillo con numerosas obras de arte la mayoría eróticas, visité la biblioteca, había libros de toda clase que incluían como no un apartado de literatura erótica. Salí de la biblioteca y continué caminando por el largo pasillo hasta llegar a una habitación cuya puerta era violeta. La habitación estaba abierta, así que no dudé en entrar, quedé ensimismada, aquella debía ser la habitación donde el Amo León llevaba a sus sumisas, había juguetes de todo tipo, las paredes de la habitación eran violeta al igual que la puerta de entrada, en una de las paredes una leyenda decía "Abandónate al placer, déjate llevar por tus deseos más oscuros". De repente sentí una presencia tras de mí.

-¿Estás dispuesta? me preguntó.
Cuando me di la vuelta allí estaba él, León, a través de su máscara podía ver su mirada llena de deseo, y no podía sentirme más alagada por ser la elegida esa noche.
-Sí Mi Señor, le respondí bajando la cabeza en señal de respeto.
-Arrodíllate ante mí. 
Y así lo hice, me arrodillé ante Mi Señor siempre cabizbaja como se espera de una buena sumisa.
Cogió mi barbilla levantando mi rostro todavía cubierto por la máscara, me la quitó y con sus dedos dibujó la silueta de mis labios para después besarlos.


-Desnúdate y hazte una trenza en el pelo, me ordenó mientras él se dirigía a un sillón.
Me quité el vestido y toda la ropa interior trenzando mi pelo como me ordenó quedando postrada ante él con su atenta mirada en la desnudez de mi cuerpo. Cogió su fusta y recorrió mi cuerpo lentamente acariciando mi cuello bajando entre mis pechos rodeando mis pezones que se pusieron erectos al momento. Bajó hasta mi sexo húmedo ansioso de ser tomado, me dio un pequeño azote con la fusta y sentí un torrente bajar por mi entrepierna, él se dio cuenta y mojó sus dedos en mi esencia llevándolos a mi boca para después besarla.


León se levantó y se puso ante mi liberando su erguida virilidad, con la fusta acarició mi cara, agarró mi cabeza y la llevó hacia él, comencé a acariciar toda su carne con mi lengua ansiosa de saborearla, de repente anunciaban las campanadas de fin de año, y Mi Señor comenzó a embestir mi boca, esa noche cambié las 12 aburridas uvas, por 12 embestidas de Mi Amo y en la última campanada estalló el placer contenido llenando mi boca del dulce sabor de su esencia. Entonces cogió mi barbilla y mirándome fijamente a los ojos me dijo: -Feliz año querida.
-Feliz año Mi Señor... le respondí.

Dakota©

sábado, enero 25, 2025

El Baile por JP.Alexander IV.

En noche vieja
abrió con curiosidad
el libro prohibido
de los dulces placeres
y fue en La Biblioteca
donde encontró la respuesta
a sus incipientes deseos.

- © DUlCE -


Mi gratitud JP.Alexander por este encuentro
de dulces placeres.
Besos dulces.



Baile de Máscaras en el Salón 2024-2025. El libro prohibido de J. P. Alexander

 Hola,  ¿Cómo están?  Hoy les  traigo una entrada muy  especial.  



Fui invitada  al  baile  anual  de mascaras  que organiza  León del  blog  El dulce  susurro  de las palabras. 



Si desean  conocer más del  baile   les  dejo  el ; Link

Esperó  que este corto  relato  sea de su agrado. Esta ambientado en noche  vieja.  

El libro  prohibido



No  hay nada más  mágico que una  biblioteca.  Tal  vez,  porque es luminosa , tiene un olor  peculiar a los libros y algo más, es  cómoda, silenciosa  y llena  de libros.    Te puedes perder  en ella   e  ir   a un sin número  de lugares  gracias  a los libros.

Soy  algo tímida  y  solitaria.  Por  lo que   a veces prefiero los libros  en lugar  de  las personas. 

Un  libro  tiene  tanto  poder   en cada una  de sus  hojas  te  puede llevar a una  época diferente  o   a  otro mundo.  Te  puede hacer llorar ,  reír  y desear  lo  que   ni  siquiera  se  te hubiera  ocurrido  de  no haber   leído  sobre ello. 

Tal  vez  por  eso  me  sorprendió  tu invitación   a  tu bello  castillo.  Lo deseaba y lo esperaba, pero  igual  me  sorprendió que pensarás  en mí.  Mi  corazón  latió más  fuerte   al leer   la  tarjeta    y  el poema  que me  escribiste.

Lo  volví  a leer   en  voz  alta  en  la  soledad  de mi  biblioteca. 

Ven  a mi  castillo

vuelve  a la  magia 

al  deseo.

Ven y  baila  una  vez  junto  a mí  

esta nochevieja . 


Fui  a  tu  castillo  vestida  de  negro  con el corazón latiendo  muy  fuerte   y  con  el deseo   de perderme en  tus  ojos  dorados  mi  querido León,  mi dulce  poeta.

Cuando  llegue  el  baile  estaba  en   pleno  apogeo  te  vislumbre  en el  salón  rodeado  de   bellas  mujeres como siempre  en lugar  de entrar   allí  y  bailar  al  compás  de la música.

Camine por  el pasillo  y me refugie  en tu  biblioteca, la misma que me mostraste    dos  años  antes  cuando por un poema   me llevaste  a soñar  y amar. Ahora  en la soledad de  esa  habitación llena  de  libros  y  sillones  de  cuero me  siento a  salvo.  Percibo  tu  olor    porque  al  igual que para  mí  este lugar  es  tu refugio.  Este  lugar  es  donde  creas  poemas  que  desafían  la imaginación  y  el deseo. 

Voy al escritorio esperando encontrar un poema suelto, pero encuentro  un libro con   cubierta  violeta  y  en   está  escrito mi nombre.  Sonrió,  busco   tu  sillón  favorito.  

Él que tiene  vista al jardín  desde ahí puedo  ver   algunas   parejas  bailando y disfrutando  del  baile. Siento  tu olor impregnado en el sillón y suspiró deseando  verte.  Tomó  el  libro me siento cómoda  y me  dispongo  a leerlo. 

Cuando     abrí  el libro  la puerta  de la  biblioteca   se    abrió.   Entraste  como un  gran  felino  a punto  de  comerme.  Me estremecí  de miedo y de deseo. 

 — No deberías leer  eso.

 — ¿Por qué?   —  Tomó más  fuerte  el libro.  Ahora que estaba  prohibido  deseaba leer  con más  ganas de ser posible. 

 —  Es  tu  regalo de reyes.

Acaricie  el libro  con  deseo.  Me miraste  y me  diste  una sonrisa  lobuna. 

 — Debes ser  castigada  por  tomarlo y no  ir al baile. 

 Abrí los ojos  con  sorpresa  —  ¿En serio me  vas  a castigar?

En lugar de responder me preguntó   —  ¿Por qué no  fuiste al baile?

Baje  los   ojos  — No pensé que  te dieras  cuenta de mi ausencia.  Estabas  rodeado    de una  multitud   de  admiradoras.

 Él se  rio y se acercó  a  mí  .  Me  tomo  de la  barbilla.

 — Te extrañe. 

Lo miró incrédula, pero  me siento  feliz por  dentro,

—  No hay nadie que  ocupe  tu lugar.—Se inclinó de nuevo hacia delante, presionando su palma sobre mi mejilla y mirándome con sus profundos dorados. 

Su mirada parecía engullirme por completo, atrayéndome. No pude escapar  de su  atención.  Así el mundo  se  destruyera. Nada  podía alejarme de  ese lugar.  Contuve la respiración esperando que  me  besara

—   No  puedo seguir   ignorando lo que siento  por  ti. Eres  una mujer hermosa, por dentro y por  fuera.  —  Luego de decir eso  me besó.

Fue un beso lento y apasionado, atrayéndome con sus labios. Sus manos se acercaron a ambos lados de mi cara, inclinando mi cabeza para que encaje mejor con él. Podía sentir el deseo agitándose dentro de mi pecho, suplicándome que hiciera mis fantasías realidad. 

Entonces se apartó y me sonrió.

—Eres tan tentadora .

—Ah, ¿sí?

—Sí. Desde la primera  vez  que  leí  tus escritos  quedé prendado y luego cuando  te  conocí  ya habías atrapado mi corazón.  Desde ese  entonces  he deseado poder saborearte.

—¿Qué te ha estado deteniendo? —pregunté, pasando mis dedos por su pelo.

Inclinó la cabeza hacia atrás para soltar una carcajada.

— Tienes  razón.   Desnúdate.

—¿Estás bromeando? —Levanté las cejas, escéptica

 —  Se  acerca a mí y me  besa. 

—  Ya  lo oíste  —dijo—. No puedo esperar a ver cómo eres bajo ese  vestido. 

Trague  saliva   con  deseo  y  algo  de miedo.  

—Entonces ¿Qué esperas? — Me miró   con  sus  ojos  dorados  como  si  fuera a quemarme. 

Lentamente  deslice  el  vestido  negro que  llevaba  dejándome  solo con un sostén  y  bragas de encaje  negro.  

Fue  él momento en que  él  tragó   saliva.

—  Mierda,  eres  tan tentadora. 

Tal  vez, estuviese  tan nervioso  como yo. 

— Dije  que te  sacaras  toda  la  ropa antes  de  que  se me  ocurra  un  castigo para ti. 

Pero aun seguía al mando

—Por supuesto. —Le sonreí con malicia.

Lo  hice   y sus   ojos  miraron mis  senos  y    parecía  que  sus  manos  tocarían  mis pezones.  Pero no lo hizo. 

— Deseo  saborearte  toda  y luego  deseo    que seas mía una  y otra  vez.  Pero antes  tienes  un castigo.

—  Un castigo — titubee. 

—  Por  abrir  tu regalo de reyes  antes que te lo regalara. 

Me estremecí de deseo .  Ante el juego que íbamos a  jugar. 

—De  rodillas y  con las manos  en la espada. 

Obedecí mientras  él   se  acercaba  hacia  mí  y  se quitaba   abría  su pantalón. 

Trague  saliva  deseando  ver  su miembro  grande  y  grueso.  En  ese  momento   12  campanadas  inauguraron el  año nuevo y mi nueva aventura comenzaban  trayendo  deseos  que nunca  hubiera  pensado que pasarían  en esa mágica biblioteca.

© JP.Alexander

jueves, enero 23, 2025

El Baile por Lunaroja V.

Inesperada
palpitando el deseo
en su sigilo de Loba
y arrodillada mansa
esperaba
el secreto encuentro
con el León que acechaba. 

- © DUlCE -


Mi gratitud querida Lunaroja
por este encuentro de fieras.
Besos dulces.


LA INESPERADA

Yo soy la inesperada. La de cabellos de plata y la del blanco vestido.
Como una luna.

Sacerdotisa iluminada en esta noche.

Espero.

Arrodillada entre las plantas fragantes del claustro donde mora El León.

Su Dominio secreto, en este castillo misterioso.

La luz de la luna impacta en mi cuerpo. Soy estatua de plata, una Loba acerada, a la espera, de rodillas, ofreciendo mis dones. Palpitando entre las hojas.
Respirando el perfumado aire de la noche que emana sensualidad y gozo. El castillo iluminado sutilmente, brilla.

Espero.

Las preciosas invitadas van llegando formando un esplendoroso arco iris de color con sus fastuosos vestidos. Sonríen y murmuran entre ellas, intentando adivinar donde se esconderá el León.

Nadie percibe mi presencia, nada se mueve a mi alrededor, exhalo suavemente el sutil placer anticipado. Las Lobas sabemos esperar.

Nada se mueve en la noche, el castillo se ilumina intensamente y se oye música. Comienza la fiesta y el juego. Donde se oculta el León?

Espero.

Todo mi cuerpo vibra y se conmueve, la oscuridad es mi aliada, es ella la que me da brillo.

Mis pechos y mis caderas en vigilia tiemblan, quiero aullar.

Desde una de las ventanas un movimiento de cortinas deja ver Su sombra.

Sabe que estoy.

Espero.

Sé que me ve, en ese resplandor que se crea a mi alrededor a la luz de la luna. Mi blanca figura y mi melena de plata esparcida por mi espalda. 

Su propuesta para esta invitación es encontrar su escondite y disfrutar de un encuentro secreto.

No tengo que buscarlo, cuando se abran las puertas del castillo, y en el contraluz se recorte su majestuosa figura, sabré que sus pasos vendrán a mi encuentro.

No es mi victoria. No es la suya. Es el encuentro de dos fieras. Solo triunfa el deseo.

Espero.


© Lunaroja

martes, enero 21, 2025

El Baile por Dafne Sinedie VII.

Cual vampiresa
hizo acto de presencia en El Salón
paralizando el tiempo,
provocando el suspiro.
Y de sus manos
un regalo especial me concedió,
un reloj de arena
que cambió todo para siempre.

- © DUlCE -


Mi gratitud Mi Adorada Dafne por tan significativo regalo.
Dulces Besos de tarte tatin.



EL BAILE DE FIN DE AÑO

 


EL BAILE DE FIN DE AÑO 2024


     El último año había sido una locura, pero en todo momento me sentí acompañada por mis amistades bloggeras, particularmente por Dulce, y a pesar de los meses de ausencia, esperaba con ilusión regresar en las vacaciones de Navidad y recibir su invitación para su famoso Baile de Fin de Año.









      El Baile del año pasado había sido muy especial, con toda una revelación en El Confesionario.
      Para el Baile de este año escogí el siguiente conjunto: un corset de encaje que dejaba al descubierto mis hombros y mi escote, una falda de tubo de cuero y unas botas altas de tacón de aguja, estilo Mistress; lo único que me faltaba era el látigo, pero prefería dejarlo en casa, pues ya había un Dom en el castillo. Me cepillé el cabello y lo recogí en un moño alto, de modo que quedase expuesto mi cuello, mis orejas y el filo de mi mandíbula. Las orejas las decoré con varios aros y piercings, mientras que alrededor del cuello abroché un collar de púas. Asimismo, escogí cuidadosamente el maquillaje; base pálida para la piel, los ojos contorneados de negro y los labios rojos como la sangre. En esta ocasión la máscara para asistir al Baile era blanca con bordados dorados.
     Me envolví en un abrigo largo de cuero, cogí los regalos y bajé a la calle. Esta vez me esperaba el ronroneante Ford Mustang. El chófer me abrió la puerta y me acomodé en los asientos.
    Observé cómo abandonábamos la ciudad a través de las ventanillas y el viaje se me pasó volando mientras bordeábamos el bosque por las carreteras. Entre mar y montaña, se alzaba el majestuoso castillo de nuestro anfitrión.
     Antes de las diez llegamos a la fortaleza de piedra. El corazón me dio un vuelco por la emoción al comprobar que en la entrada ya había aparcados otros coches, incluido el Cadillac de otro Baile.
     El chófer me ayudó a bajar. Los leones de la entrada me dieron la bienvenida y le enseñé mi invitación a uno de los porteros. Al igual que los años anteriores, me dejaron pasar con un asentimiento y me desearon una feliz velada.
     Guardé mi abrigo en un ropero en la entrada y pedí que llevasen a Dulce uno de los regalos; el otro lo guardé a buen recaudo. Después de tantos años, ya conocía el camino hasta el Salón principal.





     El Salón era negro y rojo, con las luces parpadeando al ritmo de la base de la música. Me recorrieron escalofríos y mi cuerpo se movió a su son. 
¿Por qué esperar a la otra vida?
Podrías vivir en mi paraíso.
Desearía que tuviéramos un poco más de tiempo.
Para el viaje salvaje.
     En las mesas circundantes pude encontrar manjares de todas las partes del mundo; empanadillas exquisitamente rellenas, asados, sushiramen, ensaladas... ¡Ni qué decir de las bebidas!
     También pasé largo rato charlando con Mag, María, Cora, Campirela, Ginebra, Flor... Era como un hechizo: una vez al año, podía coincidir en el espacio y en el tiempo con mis maravillosas amistades bloggeras. Poco tiempo después Dulce nos dio la bienvenida junto con su acompañante de siempre: un enorme león.
    Con su profunda mirada, nos propuso el juego de encontrarnos en alguna de las habitaciones. Y en un parpadeo, desapareció de nuevo.
    Sonreí para mis adentros, sacando la llave maestra que había conseguido en el Baile de 2022, y me dispuse a dar un paseo por el Castillo.
     Encontré a nuestro anfitrión en La Biblioteca, sentado en un sillón con el libro de Drácula entre las manos, como no podía ser de otra manera. Sin embargo, no fui a su encuentro en el momento, sino que me tomé mi tiempo paseando entre las estanterías hasta que encontré el tomo que me interesaba.
     Carmilla Dulce me sonrió con complicidad al reconocerlo. Le guiñé un ojo.
     Me planteo como Propósito de Año Nuevo leerla de una vez. ¡Oh! Ya veo que te han traído la tarta.
     —Estaba esperándote para compartirla.
     Mientras degustábamos un trozo de Tarte Tatin acompañado de un vino tan rojo como la sangre, nos pusimos al día de nuestras vidas.
     —Este año has completado el ÆvumDulce. Son casi 500 entradas escritas en 10 años, ¿sabes? Y tú las has leído y comentado en poco más de la mitad de tiempo. Eres el primero que lo consigue, pero supongo que eres el más indicado, dado que eres un vampiro.
      —Es un placer leerte y comentarte, Dafne.
      —El placer de contar con tu compañía es mío, Dulce.
      Brindamos con júbilo, y entonces añadí:
      —Por esa razón, además de la tarta te he traído un regalo muy especial.
      De entre los pliegues del corset extraje un Reloj de Arena que se caracterizaba en que la arena fluía hacia arriba.
     —Se trata de un artefacto procedente de un reino muy lejano, Adastræ; estoy segura de que has oído hablar de él. Dulce asintió y proseguí con mi explicación—. Gracias a mis contactos con el Príncipe Berilio y la Princesa Edelweiss, les encargué que me fabricasen un par. ¿Adivinas cuál es su función?
      —Me la imagino, pero prefiero que me lo descubras tú.
     —Es como una llave maestra para mi espacio indefinido en el tiempo. Te permite romper unas cuantas leyes de la física y de la realidad, sin llegar a trastocar el equilibrio del Universo.
     Le entregué el Reloj de Arena decorado con un lazo morado.
     —Es todo un honor y agradezco el regalo de todo corazón, querida.
     Apuramos nuestras copas, terminamos la tarta y cambiamos de año realizando una de nuestras actividades predilectas: leer.





Mil gracias por la invitación, Dulce.

¡Feliz y próspero año 2025!
 
 
 

domingo, enero 19, 2025

El Baile por Campirela VIII.

Una última partida,
o tal vez la primera,
la apuesta estaba echada
y en la Habitación Violeta
ganó la osadía
de quien fue
dulcemente seducida.

- © DUlCE -


Mi gratitud Campirela por esta partida de billar
lúdicamente placentera.
Besos dulces.



Baile de mascarás de Dulce./Diciembre 2024




Cada fin de año Dulce, nos ofrece un baile de máscaras, seductor, sensual para terminar el año,  nuevas energías donde la magia y la fantasía sean la directriz principal de la última noche de año.

La partida de Billar



Otro año más, la invitación llego en un sobre lacrado para la noche de fin de año.
Esta vez, había una nota adherida detrás de la invitación, en ella en letras violeta decía: <Tengo una apuesta contigo, a ver quien resiste más a ser seducido por nuestros encantos< —Serás mi invitada a la última partida de billar de este año, tú vestirás de color azul, cuando estés en mi presencia, lanzaremos una moneda al aire, si sale cara jugaremos en el tapete verde, si sale cruz en tapete será del color de tu vestido. Este tendrá un gran escote en la espalda y debajo no llevarás nada, tan salo un liguero y tus tacones de punta afilada. Una capa negra te cubrirá del frío, y tu cabello lo traerás recogido, después veré que podemos hacer con él. Atentamente: El caballero del sombrero de copa. Cerré el sobre y pensé, ¿una partida de billar?, podría ser interesante.
Cada año me sorprendía más, una manera de terminar el año donde las bolas y el taco serían fundamental. Estaba lista, vestida de azul, más que un hada pareciera una vampiresa, con mi recogido bajo, lo adornaba con una tira perlas en uno de los lados. Llegué cinco minutos antes de la hora, subí aquellas escaleras y toqué la puerta del castillo, estas se abrieron en el hall, encima de la mesa había varios sobres cada uno con el nombre de la invitada, me acerqué y cogí el mío. De fondo se oía un piano, y el murmullo de personas, imagine que algunos de los invitados ya estarían en el salón. Al abrir mi sobre, había una indicación, sube al primer piso, busca la Habitación Violeta y espérame allí, mientras si lo deseas puedes echarte una partida de billar tu sola… Subí las escaleras, allí estaban dos grandes mesas de billar, una con tapete azul y otra verde. El ambiente era acogedor, la música de fondo, era un blues donde Koko Taylor estaba sonando su mítica canción I' m a Woman, eso me gusto, pues no sé cómo lo sabría, pero es el tipo de música que en esta ocasión me apetecía escuchar. Deje mi capa sobre el sillón, y me dispuse a coger un taco de billar, ordene las bolas en su triángulo y cuando iba a dar, oí el pomo de la puerta, abrirse. Como siempre tan enigmático, sus ojos a través de se mascara eran chispeantes, se acercó, me cogió la mano y la beso. Sus labios húmedos dejaron, ese primer contacto en mi piel, haciendo que sintiera que algo me iba a proponer. Metió su mano en el bolsillo del pantalón y saco una moneda, al aire la lanzo y en un leve susurro me pregunto, cara o cruz. —Cruz —Cara, elijo tapete. Se acercó de nuevo a mí y con sus dedos acaricio mis pómulos. Se quitó la chaqueta y quedo en camisa, cogió un taco y me invito a sacar yo primero. Coloco en el tapete mis dos bolas, la blanca y la negra, tiro y dejo las bolas en una posición perfecta para hacer carambola, te doy paso a ti. Las bolas han quedado en una buena posición, mientras intenta lanzar, me coloco tras de él, mis redondeces chocan con su espalda y mis pezones, los notas clavados en ti. Ni te inmutas, el juego de la seducción está equilibrado, aunque tus planes parecen ir, por otro lado. Empiezas a sacar punta a mi taco de billar, te miro extrañada y con una subida de ceja, me haces titubear. Te acercas a mi espalda y posas tus labios, sobre la piel que deja al descubierto el escote de mi vestido. Mi piel se eriza, no me esperaba que tan pronto comenzara el cortejo, de quien puede seducir a quién. Entrecierras tus ojos, un suspiro débil sale de tu boca y me das esperanzas de que esta partida quede en tablas. Me arriesgo y siendo muy osada, alcanzo tu cuello… lo beso, lo lamo y llego con mi lengua hasta el lóbulo de tu oreja, esa es por ahora mi mejor baza. Te muerdes los labios, la partida no está terminada. Ahora eres tú quien me bajas el vestido y bajas hasta mis pezones, los lames y llegas hasta mi ombligo, allí te detienes, tus dedos escalen como si fuera la montaña del Everest y haces que toda yo me estremezca de placer. Estado a punto de rendirme, pero aún quiero más, desabrochó tu camisa, mis dedos navegan por tu torso como una pirata en busca de refugio, bajo mis manos y entre dos columnas de mármol está el palo mayor, me aferro a él, no quiero naufragar. La partida está poniéndose dura, ninguno de los dos queremos tirar la toalla. Ahora eres tú quien ataca de nuevo, te aferras a mis dos enormes esferas, adornadas con dos fresas rosadas y en punta esperando que sean consoladas. Es cuando veo que tus manos cogen el palo del billar y le das tiza en la punta para hacer en un segundo carambola. Mi mente se imagina de igual manera como coges mis piernas y la subes en esa mesa donde hace un segundo casi ganas la partida. Ahora es cuando en serio comienza el juego. Me apoyas en la mesa y mi Caos interno le tienes frente a ti, te le ofrezco, justo para ser penetrado. Embestimos, carambolas van y vienen, sudamos, nos empapamos en nuestros propios fluidos, me tienes en un campo ardiente, mi cuerpo absorbe toda tu energía, es como si las bolas de billar estuvieran dentro de mí, todo el color en mi cuerpo, solo falta la blanca la que tú vas a depositar en el siguiente vaivén. Estallo en mil pedazos, no solo mi cuerpo, mi recogido ha saltado y la diadema de perlas por el suelo ha quedado, mi melena cubre mi rostro empapado de sudor, pues tu bola exploto dentro de mí, me rompo, me desmayo te has apoderado y dueño te has hecho de mí. A duras penas, puedo caminar, me despego de ti, y mirándote a los ojos, te pregunto¿Puedo besar al campeón, ofreciéndole mis bolas de marfil? Y tú respondes, ¡claro que sí!
© Campirela_

viernes, enero 17, 2025

El Baile por Milena IV.

Un Cisne Negro apareció
en el medio de El Salón
con su Baile mágico
atrajo mi atención,
y fue en La Biblioteca
donde el encuentro esperado
se consumó.

- © DUlCE -


Mi gratitud Milena por esta danza especial.
Besos dulces mil.

Cisne Negro {Mágica y Dulce invitación}

 



De nuevo llegó la invitación del Baile de Máscaras 
que cada año organiza nuestro querido Dulce
Caballero del sombrero de copa. 

Es la perfecta ocasión para lucir mi maravilloso traje de Cisne Negro, 
y no sólo ponérmelo sino también representar este maravilloso solo 
del Lago de los Cisnes 
que me apasiona 
bailar. 

Pirouette en attitude - 
sissone devant - développé - sous sous - 
jeté - piqué, piqué, piqué - déboulé, déboulé, déboulé... 



                                        




Danza y danza 
Ímpetu y aliento 
hasta expirar 


♦️


Soy Cisne Negro 
Desplegaré mis alas 
con brío y pasión 




Nuestro Dulce anfitrión, 
entusiasmado por tan magnífica y exquisita danza 
me acompañará luego hasta su maravillosa biblioteca, 
ávido de enseñarme sus más preciados volúmenes, 
fuente de su gran 
sabiduría.