Desde hace un tiempo que habito en una aldea,
a las afueras de la Gran Ciudad. Me refugié en un lugar donde la actualidad
llega tarde y mal. Hace unos días regresé a casa para recoger algunos enseres.
El buzón estaba a reventar entre folletos de publicidad y ofertas de
supermercados. No encontré factura alguna ya que hoy en día todo está
informatizado. Recogí el volumen del correo para depositarlo en el contenedor
del papel cuando un toque de magia, digámoslo así, hizo que un sobre de color
violeta cayera a mis pies. Me deshice del resto y cogiendo dicho sobre me
dirigí hacia el interior de mi casa.
No tenía prisa por abrirlo puesto que sabía de
quién se trataba. Me preparé un café mientras aspiraba la dulce fragancia que
expedía el sobre, a su vez rememoré las distintas ediciones que el Dulce
Caballero suele realizar para fin de año. Pese a mi ausencia se había acordado
de mi invitación. Algo que agradezco ya que cada vez soy más una sombra.
Di un sorbo al café hasta que decidí abrir el
lujoso sobre, tan lujoso como la invitación que había dentro. Preciosa y
elegante. No se podía esperar menos viniendo de Él, tampoco el juego que
prometía en su interior.
¿Qué planes tenía yo previstos para esta
última noche del año? Ah, sí. Ver consumirse el fuego de la chimenea por encima
de mis pies, mientras como las uvas y recibo el Año Nuevo. Aposté por cuanto
decía la invitación. Mi Reino por una NocheMágica.
Empecé por el atuendo. Comprobar qué podía
servir de años anteriores y qué no. El maquillaje debe ser luminoso. El
peinado, original y personal. Y lo más importante, el desplazamiento. Me puse
manos a la obra. Contraté un coche con su chófer, no me apetecía nada conducir
ya que los brindis se sucederían a lo largo de la noche. En menos de 24 horas
debía tener todo el conjunto bien armado.
Heme aquí frente a la Gran Puerta del
Castillo, imponente e intimidadora. La música suena en el interior traspasando
sus muros y poseyéndome. Escucharla es entrar en un ligero trance que me
conduce hasta El Salón. La belleza de las invitadas reluce como los diamantes.
Ropajes y máscaras. Al final de la escalera siempre está El Dulce Caballero
para recibirnos y depositar una palabra amable en nuestros oídos, que dibujará
una sonrisa la cual no se borrará en toda la noche.
Retira la capa de mis hombros a la vez que me
ofrece una copa de champán. Un ritual ya aprendido. Nuestras cabezas se
inclinan en una sutil reverencia. Distingo su mirada a través de su máscara.
Esta se dirige hacia el centro del Salón, intuyo que es la invitación para el
baile. Acepto. Luego será más difícil coincidir con el anfitrión.
Mi vaporoso vestido se adapta a la armonía de
sus pasos. Su mano, adherida a la desnudez de mi espalda, guía con Maestría y
Seguridad. No necesito mirar nada más que la oscuridad de sus ojos, un lago
oscuro donde me introduzco un Año Más.
El tiempo va desfilando al igual que el resto
de las invitadas. El Salón ya está completo. Todas estamos preparadas y
equipadas para el Momento de las Campanadas, el cual se produce entre una
familiar algarabía. Suenan los besos y los deseos de boca en boca.
Feliz Año Nuevo, Feliz Año Nuevo, Feliz Año
Nuevo..., pero ¿Dónde se encuentra El Dulce Caballero? Así es. El juego ha
comenzado. Nos recogemos las faldas, unas, en tanto, otras se descalzan para
iniciar la búsqueda entre pícaras sonrisas. Nos repartimos por las distintas
dependencias del Gran Castillo.
Me dirijo a la primera planta, desde el centro
del pasillo visualizo una hilera de enormes puertas. Una igual a la siguiente,
así hasta la última. Lo cual hace imposible adivinar qué guarda cada
habitación. Las invitadas comienzan a desaparecer, adentrándose en dichos
aposentos.
En la segunda planta la penumbra se hace
patente. Hay un aroma a violetas que inunda todo el pasillo. El silencio es
envolvente y la hilera de puertas se hace presente una vez más. Recorro el
largo camino que me separa de una Última Puerta. La escasa luz la hace
invisible, pero al avanzar esta se revela diferente a las demás.
Respiro profundamente antes de hacerme con el
pomo. Lo giro despacio y la puerta cede al empuje. Era de esperar que la
habitación también estuviera en penumbra. Mis ojos ya acostumbrados a la escasa
luz constatan que allí no hay nadie. Es un lugar reconfortante. La decoración
acorde con el Castillo y su Anfitrión. El cortinaje deja semi oculto un gran
ventanal, que da al bello y amplio jardín. La Luz de la Luna dibuja sombras
sobre él. Me acerco un poco más, solo ha hecho falta un pequeño movimiento de
mi mano para que un rostro se desvele ante mí. La imagen es esta, la tenue luz
de la habitación en un lado de su cara, al otro un Rayo de Luna.
Te encontré Dulce Caballero.
En todo juego que se preste siempre hay un
premio para el ganador ¿Podéis imaginar cuál fue el mío? El Dulce Caballero
tiene un gran abanico de suculentos premios. No digo más.
Abandono el castillo antes de que la Luna se
lleve la magia. Me acompañan los acontecimientos allí sucedidos y un Dulce Secreto
guardado en mi Piel.
©Auroratris
Susurrado por Auro se disfruta aún más ...
Un relato sutil y muy elegante, donde ver lo que cada lector imagine. Y ese susurro que aún se disfruta más. Felicidades Auro.
ResponderEliminarBesos para ambos !!
Con el sello de Auro y reflejado además en su relato desde su propia voz. Un placer que también hayas disfrutado Dakota.
EliminarBesos dulces.
Me encantó el relato de nuestra querida amiga, más el audio :))
ResponderEliminarcierras los ojos y es como estar allí mismo, su voz transmite mucha paz y a su vez ensalza aún más ese momento, el baile todos los detalles, una maravilla :)
Besos para ambos siempre Dulces
Asi es, Auro tiene una voz apacible y cálida, perfecta para llevarnos por un relato mágico tal como ha sido. Sigues tú en la lista :)
EliminarBesos siempre dulces Mi Corita.
No solo su prosa es elegante, su voz ha hecho de este baile lo más , me ha cantado porque si algo tiene Ana es que nos embelesa con sus letras y su declamación.
ResponderEliminarToda una noche mágica, la que nos deleita, es como vivirla con ella , sentir ese salón a rebosar de invitadas y la música embriagando las conversaciones que allá se llevan a cabo.
Un verdadero lujo volverte a leer y oír.
Felicidades, para los dos.
Besos.
Un total embeleso ciertamente, y cuando podemos oír se recrea aún más ese ambiente transmitido por ella desde su vivencia.
EliminarBesos dulces Campirela.
El último baile ...la luna mágica ...perooo si me ha parecido que hasta tenía un ligero acento gallego jajajaja será q miro a nuestra querida AURO la galleguice ...fueron estás primeras palabras porque el resto ya no me sonó tan galleguiño...la historia es estupenda y con su voz mucho más aún , lo único malo como ella dice es lo poquito q podemos disfrutarla por estos lares , pero es q es normal ...la vida nos lleva a carreras y a veces es muy complicado sacar tiempo para este mundo de letras, sea como sea genial este regalo , para ti DULCE. q de paso tb disfrutamos todos, mil gracias a AURO y por su puesto a ti..un beso grande para cada uno y una sonrisa q no se borra : )
ResponderEliminarQuise decir q "Miro a nuestra querida AURO" , con mucho cariño y me comí decirlo ; ) ves? estás malditas prisas ...
ResponderEliminarNo distingo bien los acentos de las regiones en España, aunque sí algunas voces me suenan más acentuadas que otras, la de Auro no tanto. Y aunque no haya mucho tiempo para estar por aquí lo importante es estar y eso vale más. Gracias por tu sonrisa María.
EliminarBesos dulces.
¡Maravillosa Auroratris! Qué maravilloso regalo su dulcísimo relato con su estilo tan único, tan exquisito. Y además con la preciosa sorpresa de su voz. Absolutamente delicioso.
ResponderEliminarGracias inmensas Auro, gracias Dulce también.
Y besos mil a ambos
Fue una muy grata sorpresa oírla y vivir de primera persona con ella Mi Baile. A ver si en el siguiente Baile se suman más voces, no estaría nada mal. Gracias a ti.
EliminarBesos dulces Milena.
Es tan especial mi Auro, su delicadeza paradójicamente llena de fuerza, esa femineidad que la hace tan poderosa... tan sensual.
ResponderEliminarMaravilloso relato, que disfruté enormemente leyéndolo!
Besazo a los dos!
Y no la oíste? si no lo has hecho te recomiendo oírla, cobra mayor fuerza aquello que dices de ella.
EliminarBesos dulces Lunaroja.
Me gusto mucho el relato de Auro siempre es tan dulce. Te mando un beso.
ResponderEliminarLa dulzura parece ser parte de los Leo ;) Me alegro de que te haya gustado su relato.
EliminarUn beso dulce para ti.
Wowww, mi bella Ana, que te puedo decir,
ResponderEliminarya te lo dijeron todo, como siempre tu tan singular,
y seductora, aplausos mi amiga, te los ganaste todos.
Besitos dulces
Siby
Me sumo a esos aplausos que le brindas a Auro por este relato lleno de sensualidad. Gracias Siby.
EliminarBesos dulces.
Que hermoso y cálido relato ! Me encanto!
ResponderEliminarMe alegro de que sí haya sido, gracias por tu comentario y visita.
EliminarESTES BAILES ESTÃO UM TESÃO DE SENSUALIDADE!
ResponderEliminarMIL BEIJINHOS
LENDO AOS POUCOS TUDO!!!!