viernes, enero 31, 2025
El Baile por Cora V.
miércoles, enero 29, 2025
El Baile por Auroratris VII.
Desde hace un tiempo que habito en una aldea,
a las afueras de la Gran Ciudad. Me refugié en un lugar donde la actualidad
llega tarde y mal. Hace unos días regresé a casa para recoger algunos enseres.
El buzón estaba a reventar entre folletos de publicidad y ofertas de
supermercados. No encontré factura alguna ya que hoy en día todo está
informatizado. Recogí el volumen del correo para depositarlo en el contenedor
del papel cuando un toque de magia, digámoslo así, hizo que un sobre de color
violeta cayera a mis pies. Me deshice del resto y cogiendo dicho sobre me
dirigí hacia el interior de mi casa.
No tenía prisa por abrirlo puesto que sabía de
quién se trataba. Me preparé un café mientras aspiraba la dulce fragancia que
expedía el sobre, a su vez rememoré las distintas ediciones que el Dulce
Caballero suele realizar para fin de año. Pese a mi ausencia se había acordado
de mi invitación. Algo que agradezco ya que cada vez soy más una sombra.
Di un sorbo al café hasta que decidí abrir el
lujoso sobre, tan lujoso como la invitación que había dentro. Preciosa y
elegante. No se podía esperar menos viniendo de Él, tampoco el juego que
prometía en su interior.
¿Qué planes tenía yo previstos para esta
última noche del año? Ah, sí. Ver consumirse el fuego de la chimenea por encima
de mis pies, mientras como las uvas y recibo el Año Nuevo. Aposté por cuanto
decía la invitación. Mi Reino por una NocheMágica.
Empecé por el atuendo. Comprobar qué podía
servir de años anteriores y qué no. El maquillaje debe ser luminoso. El
peinado, original y personal. Y lo más importante, el desplazamiento. Me puse
manos a la obra. Contraté un coche con su chófer, no me apetecía nada conducir
ya que los brindis se sucederían a lo largo de la noche. En menos de 24 horas
debía tener todo el conjunto bien armado.
Heme aquí frente a la Gran Puerta del
Castillo, imponente e intimidadora. La música suena en el interior traspasando
sus muros y poseyéndome. Escucharla es entrar en un ligero trance que me
conduce hasta El Salón. La belleza de las invitadas reluce como los diamantes.
Ropajes y máscaras. Al final de la escalera siempre está El Dulce Caballero
para recibirnos y depositar una palabra amable en nuestros oídos, que dibujará
una sonrisa la cual no se borrará en toda la noche.
Retira la capa de mis hombros a la vez que me
ofrece una copa de champán. Un ritual ya aprendido. Nuestras cabezas se
inclinan en una sutil reverencia. Distingo su mirada a través de su máscara.
Esta se dirige hacia el centro del Salón, intuyo que es la invitación para el
baile. Acepto. Luego será más difícil coincidir con el anfitrión.
Mi vaporoso vestido se adapta a la armonía de
sus pasos. Su mano, adherida a la desnudez de mi espalda, guía con Maestría y
Seguridad. No necesito mirar nada más que la oscuridad de sus ojos, un lago
oscuro donde me introduzco un Año Más.
El tiempo va desfilando al igual que el resto
de las invitadas. El Salón ya está completo. Todas estamos preparadas y
equipadas para el Momento de las Campanadas, el cual se produce entre una
familiar algarabía. Suenan los besos y los deseos de boca en boca.
Feliz Año Nuevo, Feliz Año Nuevo, Feliz Año
Nuevo..., pero ¿Dónde se encuentra El Dulce Caballero? Así es. El juego ha
comenzado. Nos recogemos las faldas, unas, en tanto, otras se descalzan para
iniciar la búsqueda entre pícaras sonrisas. Nos repartimos por las distintas
dependencias del Gran Castillo.
Me dirijo a la primera planta, desde el centro
del pasillo visualizo una hilera de enormes puertas. Una igual a la siguiente,
así hasta la última. Lo cual hace imposible adivinar qué guarda cada
habitación. Las invitadas comienzan a desaparecer, adentrándose en dichos
aposentos.
En la segunda planta la penumbra se hace
patente. Hay un aroma a violetas que inunda todo el pasillo. El silencio es
envolvente y la hilera de puertas se hace presente una vez más. Recorro el
largo camino que me separa de una Última Puerta. La escasa luz la hace
invisible, pero al avanzar esta se revela diferente a las demás.
Respiro profundamente antes de hacerme con el
pomo. Lo giro despacio y la puerta cede al empuje. Era de esperar que la
habitación también estuviera en penumbra. Mis ojos ya acostumbrados a la escasa
luz constatan que allí no hay nadie. Es un lugar reconfortante. La decoración
acorde con el Castillo y su Anfitrión. El cortinaje deja semi oculto un gran
ventanal, que da al bello y amplio jardín. La Luz de la Luna dibuja sombras
sobre él. Me acerco un poco más, solo ha hecho falta un pequeño movimiento de
mi mano para que un rostro se desvele ante mí. La imagen es esta, la tenue luz
de la habitación en un lado de su cara, al otro un Rayo de Luna.
Te encontré Dulce Caballero.
En todo juego que se preste siempre hay un
premio para el ganador ¿Podéis imaginar cuál fue el mío? El Dulce Caballero
tiene un gran abanico de suculentos premios. No digo más.
Abandono el castillo antes de que la Luna se
lleve la magia. Me acompañan los acontecimientos allí sucedidos y un Dulce Secreto
guardado en mi Piel.
©Auroratris
Susurrado por Auro se disfruta aún más ...
lunes, enero 27, 2025
El Baile por Dakota.
Baile de máscaras de Dulce 24/25
sábado, enero 25, 2025
El Baile por JP.Alexander IV.
Baile de Máscaras en el Salón 2024-2025. El libro prohibido de J. P. Alexander
Hola, ¿Cómo están? Hoy les traigo una entrada muy especial.
Fui invitada al baile anual de mascaras que organiza León del blog El dulce susurro de las palabras.
Si desean conocer más del baile les dejo el ; Link
Esperó que este corto relato sea de su agrado. Esta ambientado en noche vieja.
El libro prohibido
No hay nada más mágico que una biblioteca. Tal vez, porque es luminosa , tiene un olor peculiar a los libros y algo más, es cómoda, silenciosa y llena de libros. Te puedes perder en ella e ir a un sin número de lugares gracias a los libros.
Soy algo tímida y solitaria. Por lo que a veces prefiero los libros en lugar de las personas.
Un libro tiene tanto poder en cada una de sus hojas te puede llevar a una época diferente o a otro mundo. Te puede hacer llorar , reír y desear lo que ni siquiera se te hubiera ocurrido de no haber leído sobre ello.
Tal vez por eso me sorprendió tu invitación a tu bello castillo. Lo deseaba y lo esperaba, pero igual me sorprendió que pensarás en mí. Mi corazón latió más fuerte al leer la tarjeta y el poema que me escribiste.
Lo volví a leer en voz alta en la soledad de mi biblioteca.
Ven a mi castillo
vuelve a la magia
al deseo.
Ven y baila una vez junto a mí
esta nochevieja .
Fui a tu castillo vestida de negro con el corazón latiendo muy fuerte y con el deseo de perderme en tus ojos dorados mi querido León, mi dulce poeta.
Cuando llegue el baile estaba en pleno apogeo te vislumbre en el salón rodeado de bellas mujeres como siempre en lugar de entrar allí y bailar al compás de la música.
Camine por el pasillo y me refugie en tu biblioteca, la misma que me mostraste dos años antes cuando por un poema me llevaste a soñar y amar. Ahora en la soledad de esa habitación llena de libros y sillones de cuero me siento a salvo. Percibo tu olor porque al igual que para mí este lugar es tu refugio. Este lugar es donde creas poemas que desafían la imaginación y el deseo.
Voy al escritorio esperando encontrar un poema suelto, pero encuentro un libro con cubierta violeta y en está escrito mi nombre. Sonrió, busco tu sillón favorito.
Él que tiene vista al jardín desde ahí puedo ver algunas parejas bailando y disfrutando del baile. Siento tu olor impregnado en el sillón y suspiró deseando verte. Tomó el libro me siento cómoda y me dispongo a leerlo.
Cuando abrí el libro la puerta de la biblioteca se abrió. Entraste como un gran felino a punto de comerme. Me estremecí de miedo y de deseo.
— No deberías leer eso.
— ¿Por qué? — Tomó más fuerte el libro. Ahora que estaba prohibido deseaba leer con más ganas de ser posible.
— Es tu regalo de reyes.
Acaricie el libro con deseo. Me miraste y me diste una sonrisa lobuna.
— Debes ser castigada por tomarlo y no ir al baile.
Abrí los ojos con sorpresa — ¿En serio me vas a castigar?
En lugar de responder me preguntó — ¿Por qué no fuiste al baile?
Baje los ojos — No pensé que te dieras cuenta de mi ausencia. Estabas rodeado de una multitud de admiradoras.
Él se rio y se acercó a mí . Me tomo de la barbilla.
— Te extrañe.
Lo miró incrédula, pero me siento feliz por dentro,
— No hay nadie que ocupe tu lugar.—Se inclinó de nuevo hacia delante, presionando su palma sobre mi mejilla y mirándome con sus profundos dorados.
Su mirada parecía engullirme por completo, atrayéndome. No pude escapar de su atención. Así el mundo se destruyera. Nada podía alejarme de ese lugar. Contuve la respiración esperando que me besara
— No puedo seguir ignorando lo que siento por ti. Eres una mujer hermosa, por dentro y por fuera. — Luego de decir eso me besó.
Fue un beso lento y apasionado, atrayéndome con sus labios. Sus manos se acercaron a ambos lados de mi cara, inclinando mi cabeza para que encaje mejor con él. Podía sentir el deseo agitándose dentro de mi pecho, suplicándome que hiciera mis fantasías realidad.
Entonces se apartó y me sonrió.
—Eres tan tentadora .
—Ah, ¿sí?
—Sí. Desde la primera vez que leí tus escritos quedé prendado y luego cuando te conocí ya habías atrapado mi corazón. Desde ese entonces he deseado poder saborearte.
—¿Qué te ha estado deteniendo? —pregunté, pasando mis dedos por su pelo.
Inclinó la cabeza hacia atrás para soltar una carcajada.
— Tienes razón. Desnúdate.
—¿Estás bromeando? —Levanté las cejas, escéptica
— Se acerca a mí y me besa.
— Ya lo oíste —dijo—. No puedo esperar a ver cómo eres bajo ese vestido.
Trague saliva con deseo y algo de miedo.
—Entonces ¿Qué esperas? — Me miró con sus ojos dorados como si fuera a quemarme.
Lentamente deslice el vestido negro que llevaba dejándome solo con un sostén y bragas de encaje negro.
Fue él momento en que él tragó saliva.
— Mierda, eres tan tentadora.
Tal vez, estuviese tan nervioso como yo.
— Dije que te sacaras toda la ropa antes de que se me ocurra un castigo para ti.
Pero aun seguía al mando
—Por supuesto. —Le sonreí con malicia.
Lo hice y sus ojos miraron mis senos y parecía que sus manos tocarían mis pezones. Pero no lo hizo.
— Deseo saborearte toda y luego deseo que seas mía una y otra vez. Pero antes tienes un castigo.
— Un castigo — titubee.
— Por abrir tu regalo de reyes antes que te lo regalara.
Me estremecí de deseo . Ante el juego que íbamos a jugar.
—De rodillas y con las manos en la espada.
Obedecí mientras él se acercaba hacia mí y se quitaba abría su pantalón.
Trague saliva deseando ver su miembro grande y grueso. En ese momento 12 campanadas inauguraron el año nuevo y mi nueva aventura comenzaban trayendo deseos que nunca hubiera pensado que pasarían en esa mágica biblioteca.
© JP.Alexander
jueves, enero 23, 2025
El Baile por Lunaroja V.
martes, enero 21, 2025
El Baile por Dafne Sinedie VII.
EL BAILE DE FIN DE AÑO
El último año había sido una locura, pero en todo momento me sentí acompañada por mis amistades bloggeras, particularmente por Dulce, y a pesar de los meses de ausencia, esperaba con ilusión regresar en las vacaciones de Navidad y recibir su invitación para su famoso Baile de Fin de Año.
Para el Baile de este año escogí el siguiente conjunto: un corset de encaje que dejaba al descubierto mis hombros y mi escote, una falda de tubo de cuero y unas botas altas de tacón de aguja, estilo Mistress; lo único que me faltaba era el látigo, pero prefería dejarlo en casa, pues ya había un Dom en el castillo. Me cepillé el cabello y lo recogí en un moño alto, de modo que quedase expuesto mi cuello, mis orejas y el filo de mi mandíbula. Las orejas las decoré con varios aros y piercings, mientras que alrededor del cuello abroché un collar de púas. Asimismo, escogí cuidadosamente el maquillaje; base pálida para la piel, los ojos contorneados de negro y los labios rojos como la sangre. En esta ocasión la máscara para asistir al Baile era blanca con bordados dorados.Me envolví en un abrigo largo de cuero, cogí los regalos y bajé a la calle. Esta vez me esperaba el ronroneante Ford Mustang. El chófer me abrió la puerta y me acomodé en los asientos.Observé cómo abandonábamos la ciudad a través de las ventanillas y el viaje se me pasó volando mientras bordeábamos el bosque por las carreteras. Entre mar y montaña, se alzaba el majestuoso castillo de nuestro anfitrión.Antes de las diez llegamos a la fortaleza de piedra. El corazón me dio un vuelco por la emoción al comprobar que en la entrada ya había aparcados otros coches, incluido el Cadillac de otro Baile.El chófer me ayudó a bajar. Los leones de la entrada me dieron la bienvenida y le enseñé mi invitación a uno de los porteros. Al igual que los años anteriores, me dejaron pasar con un asentimiento y me desearon una feliz velada.Guardé mi abrigo en un ropero en la entrada y pedí que llevasen a Dulce uno de los regalos; el otro lo guardé a buen recaudo. Después de tantos años, ya conocía el camino hasta el Salón principal.
El Salón era negro y rojo, con las luces parpadeando al ritmo de la base de la música. Me recorrieron escalofríos y mi cuerpo se movió a su son.
En las mesas circundantes pude encontrar manjares de todas las partes del mundo; empanadillas exquisitamente rellenas, asados, sushi, ramen, ensaladas... ¡Ni qué decir de las bebidas!También pasé largo rato charlando con Mag, María, Cora, Campirela, Ginebra, Flor... Era como un hechizo: una vez al año, podía coincidir en el espacio y en el tiempo con mis maravillosas amistades bloggeras. Poco tiempo después Dulce nos dio la bienvenida junto con su acompañante de siempre: un enorme león.Con su profunda mirada, nos propuso el juego de encontrarnos en alguna de las habitaciones. Y en un parpadeo, desapareció de nuevo.Sonreí para mis adentros, sacando la llave maestra que había conseguido en el Baile de 2022, y me dispuse a dar un paseo por el Castillo.Encontré a nuestro anfitrión en La Biblioteca, sentado en un sillón con el libro de Drácula entre las manos, como no podía ser de otra manera. Sin embargo, no fui a su encuentro en el momento, sino que me tomé mi tiempo paseando entre las estanterías hasta que encontré el tomo que me interesaba.—Carmilla —Dulce me sonrió con complicidad al reconocerlo. Le guiñé un ojo.—Me planteo como Propósito de Año Nuevo leerla de una vez. ¡Oh! Ya veo que te han traído la tarta.—Estaba esperándote para compartirla.Mientras degustábamos un trozo de Tarte Tatin acompañado de un vino tan rojo como la sangre, nos pusimos al día de nuestras vidas.—Este año has completado el Ævum, Dulce. Son casi 500 entradas escritas en 10 años, ¿sabes? Y tú las has leído y comentado en poco más de la mitad de tiempo. Eres el primero que lo consigue, pero supongo que eres el más indicado, dado que eres un vampiro.—Es un placer leerte y comentarte, Dafne.—El placer de contar con tu compañía es mío, Dulce.Brindamos con júbilo, y entonces añadí:—Por esa razón, además de la tarta te he traído un regalo muy especial.De entre los pliegues del corset extraje un Reloj de Arena que se caracterizaba en que la arena fluía hacia arriba.—Se trata de un artefacto procedente de un reino muy lejano, Adastræ; estoy segura de que has oído hablar de él. —Dulce asintió y proseguí con mi explicación—. Gracias a mis contactos con el Príncipe Berilio y la Princesa Edelweiss, les encargué que me fabricasen un par. ¿Adivinas cuál es su función?—Me la imagino, pero prefiero que me lo descubras tú.—Es como una llave maestra para mi espacio indefinido en el tiempo. Te permite romper unas cuantas leyes de la física y de la realidad, sin llegar a trastocar el equilibrio del Universo.Le entregué el Reloj de Arena decorado con un lazo morado.—Es todo un honor y agradezco el regalo de todo corazón, querida.Apuramos nuestras copas, terminamos la tarta y cambiamos de año realizando una de nuestras actividades predilectas: leer.
domingo, enero 19, 2025
El Baile por Campirela VIII.
Baile de mascarás de Dulce./Diciembre 2024
La partida de Billar
Otro año más, la invitación llego en un sobre lacrado para la noche de fin de año.
viernes, enero 17, 2025
El Baile por Milena IV.
Cisne Negro {Mágica y Dulce invitación}