domingo, octubre 19, 2025
Pozo.
jueves, octubre 09, 2025
Siempre.
martes, septiembre 30, 2025
Fantasía.
¿Cuál es tu deseo o fantasía más perversa y oscura?
Aquella fue su pregunta, sin saber que su curiosidad empujaba una puerta dejada entreabierta para que la traspasara. Los juegos de placer siempre suponen derribar límites y requieren querer jugarlos.
Estaba desnuda ante mí, vestida solamente de su timidez, aquella que solo yo sabía vencer y transformar, porque tenía la certeza que acataría mis deseos, consciente y voluntariamente. A medida que el tiempo de espera transcurría, su inquietud crecía.
El sudor cálido le recorría la piel y escurría por los relieves de su cuerpo. Girando al caminar alrededor de ella observaba las gotas resbalando por sus pechos y desembocando en sus pezones erectos. Oía su respiración agitada. La excitación latente se manifestaba en la vibración de todo su cuerpo que, a pesar de ello, no perdía la postura bien aprendida.
Mi mirada se tornó oscura y profunda, la de ella transparente sin poder ocultar sus ansias. Quieta, dominada y postrada, no olvidaba que era la presa. Y el momento de saber la respuesta llegó cuando la puerta terminó de abrirse y una silueta familiar apareció tras ella.
Toda fantasía que cruza a la realidad nos encadena.
© DUlCE
jueves, septiembre 25, 2025
sábado, septiembre 20, 2025
Clepsidra.
viernes, septiembre 12, 2025
Mundos.
sábado, septiembre 06, 2025
Claridad.
lunes, septiembre 01, 2025
De Luz.
lunes, agosto 25, 2025
Doncella.
sábado, agosto 16, 2025
lunes, agosto 11, 2025
viernes, agosto 08, 2025
Susurros de Cora.
martes, agosto 05, 2025
El Viajero en el Tiempo. (Regalo de Auro).
EL VIAJERO EN EL TIEMPO.
¿De cuánto tiempo estamos hablando?
Esta cuestión me hizo reflexionar sobre el paso de los siglos, los años… El viaje de las almas, la reencarnación. No sé. Escucharla hizo que el engranaje de mis pensamientos se activara.
Un tacón fue el causante de aquél encuentro. Se rompió por obra y gracia de la divina providencia, debía suceder así, que él y yo coincidiéramos en esta época. La noche prometía misterio, el mismo que circundaba su presencia, su vestimenta no delataba peligro, pero sí cierta atención. Él vigilaba como un faro lo hace en los acantilados, el qué o a quién nunca lo sabré. Su postura tranquila se interrumpió al escuchar el sonido sordo que hizo mi cuerpo contra el asfalto. Se giró de manera pausada acercándose hasta mí, me tendió la mano, su reconfortante voz me dio la seguridad necesaria para reconocer que todo iba a estar bien.
La
pregunta del millón no tardó en aparecer: “qué hace una chica como tú en una
noche como esta”. Hubo tantas respuestas agolpadas en mi cabeza, que solo
se me ocurrió decir que había salido a tomar el fresco. Patético, pensé.
Tal vez, fue el gesto que hizo con su sombrero, o sus ademanes de caballero, o la educada atención que me prestó. Juro que, medio hipnotizada me dejé arrastrar hasta aquel lugar, en el cual con un café caliente y su sonrisa de por medio me sentí como en casa. Él lo hizo fácil. ¿Cómo que el qué? Bajar la guardia para hablar de mi pasado.
Hablábamos
como viejos conocidos. Le reconocí, no dije nada, callé mi descubrimiento y continué
como si tal cosa. Atendí a su amena conversación. Me dio paz escucharle. Era un
viajero del tiempo mucho más antiguo que yo. Su experiencia quedaba palpable en
cada uno de sus argumentos. Mi fase estaba muy por debajo de la suya.
Salimos de aquel tugurio para dirigirnos a mi apartamento. Llamó a un taxi y, efectivamente, él mismo dio la dirección. La sorpresa quedó reflejada en mi cara. ¿Quién era exactamente? Creí haberle reconocido. Me reafirmo en la creencia de que somos almas cargadas de energía acercándonos y alejándonos de dónde venimos. Pero, él está por encima de todo esto.
Llegamos
frente a la puerta de mi edificio. Retiró su sombrero a modo de despedida, besó
mi mano con un “Buenas Noches, Señorita, cuide de ese tobillo flaco”.
Volvió a subirse a aquel taxi para perderse en la noche. Creo, que todo estaba
premeditado y medido al milímetro. No, no le volví a ver. Es un viajero del
tiempo. Estoy convencida de que coincidiremos en otro momento y en otro lugar.
©
Auro