viernes, agosto 31, 2012

Un viaje.

Te propongo un viaje
piel a piel, tacto a tacto,
un viaje de cuerpos resbalando entre las manos
cruzando desiertos silenciosos,
océanos furiosos o montañas que se yerguen
para ser escaladas y conquistadas.
Un viaje posible cuando vienes
y te haces parte de la noche con tu resplandor
desplazándote serena por tu órbita,
para rozar mis sentidos
que también encienden los tuyos.
Te propongo un viaje
donde a cada momento nazca un poema
al recorrer los lugares vastos de tu mente
porque sujeta de mi cuerpo no te perderás,
mientras mi excitado corazón palpite sobre el tuyo.
Y en tu oído susurraré en secreto mi nombre
a la vez que con romanticismo tu música me rinde
para vislumbrar tu silueta tras de ella
decorada de elegancia permanente.
Será entonces cuando tus ojos se cierren al sentir la dulzura
que traza en ti la espiral del deseo.



 
 

sábado, agosto 25, 2012

Humedad.

Tu humedad,
como paisaje fértil y escenario ideal,
como un puerto donde desembarca el sentir
en tibias noches de luna llena brillante sin fin
o mañanas candentes de sol fulgurante en ti.
Donde las orillas desnudas se muestran deseosas,
donde el mar desbordado masajea como candente caricia
que en tu tersa arena va siendo dibujada.
Tu humedad,
espesura de almíbar que aguarda preparada
al oleaje impetuoso y dominante que se adentra y amolda
como espuma que conquista tu ensenada,
y así cual lengua la ola se enrosca y rompe
absorviendo el efluvio secreto de tu dicha,
porque eres alma de cristalina agua
en cuerpo de mujer a fuego templado.
Tu humedad,
donde plateados son tus besos y azules tus abrazos
y tus senos altivos como dunas acarameladas
para tu corazón encendido que respira entre tus labios,
todo encadenando palabras más allá de lo imaginado
siendo velas que hasta mi te hacen navegar
con un susurro que te guíe como faro,
así lo que precede será también el final.

sábado, agosto 18, 2012

Te siento volar.


Te siento volar,
liviana como si bailaras entre el aire que surcas
dibujando con tus movimientos
ondas de fresco aliento.
Y bailo contigo,
tomado de tu mano en una fiesta de dos cuerpos
al ritmo de los versos
que despiertan como música en ti.
Te siento volar,
encumbrada por el cielo teñido de colores
como los que colorean tu sentir,
elevada entre blancas nubes
que sólo la noche puede borrar,
pero lo hace para entre sus brazos tenerte
y al cobijo de las estrellas
verte arder más que ellas al ritmo de tu vals.
Te siento volar,
haciendo que tu cuerpo gravite
con el deseo prendido de él
y el respirar agitado de tu pecho.
Entre el roce constante de los sueños
y ese balanceo de miradas frente a frente,
que hace al un, dos, tres, más que sólo un compás,
convirtiéndolo en la fusión de un mismo palpitar.