Te propongo un viaje
piel a piel, tacto a tacto,
un viaje de cuerpos resbalando entre las manos
cruzando desiertos silenciosos,
océanos furiosos o montañas que se yerguen
para ser escaladas y conquistadas.
Un viaje posible cuando vienes
y te haces parte de la noche con tu resplandor
desplazándote serena por tu órbita,
para rozar mis sentidos
que también encienden los tuyos.
Te propongo un viaje
donde a cada momento nazca un poema
al recorrer los lugares vastos de tu mente
porque sujeta de mi cuerpo no te perderás,
mientras mi excitado corazón palpite sobre el tuyo.
Y en tu oído susurraré en secreto mi nombre
a la vez que con romanticismo tu música me rinde
para vislumbrar tu silueta tras de ella
decorada de elegancia permanente.
Será entonces cuando tus ojos se cierren al sentir la dulzura
que traza en ti la espiral del deseo.