domingo, noviembre 25, 2012

Aquel lugar que sólo nosotros conocemos.

 
Aquel lugar que sólo nosotros conocemos
con aroma a madera, de naturaleza fértil y vívida
con aves que cantan como la resonancia interna de tu sonrisa
que encoje las angustias hasta reducirlas.
Aquel lugar que sólo nosotros conocemos
donde en el río cercano se sumergen las fantasías cristalinas
y las palabras toman formas que se diluyen líquidas
entre el espesor de las aguas que se beben.
Aquel lugar que sólo nosotros conocemos
en donde se respira la pasión desmedida que incita
al vibrar de tu cuerpo agitado sin sosiego,
descontrolado por el vaivén inquieto entre los besos.
Aquel lugar que sólo nosotros conocemos
paraíso entre pieles que se rozan febriles,
que saben a pecado indecible y jamás confesado
desde la locura ardiente que brota ansiosa.
Aquel lugar que sólo nosotros conocemos
paisaje creado de sensaciones que calman, liberan y someten
donde tu sentir entregado vuela en caricias que te elevan
y te llevan a perderte en un sin fin de espasmos al amar.
Aquel lugar que sólo nosotros conocemos
donde el placer enmudece los labios y al desearlo se vuelve cierto
y toda intención que se expresa termina siendo verdadera
sin importar la ajena y distante realidad.

martes, noviembre 20, 2012

La primera caricia que despierta.


De la cercanía que deja huella 
se desprende el brillo de tu mirada
y del roce más leve surge 
la humedad en ti como reflejo,
allí, en la calidez 
de tu más bien guardado secreto
el ardor no sabe de espera 
ni se resiste al momento.
Porque prohibido es el encuentro 
para los amantes furtivos
pero inevitable es la tentación 
que ciegamente nos hace perdernos
cuando surge la primera caricia que despierta 
el gemido aún no escuchado
o el primer beso apasionado que enciende 
la vibración de tu cuerpo no explorado.
Dócil y rebelde es la flor que juega 
y quiere desplegar libremente sus pétalos,
mientras la sonrisa acalla palabras 
y se manifiesta como permanente respuesta
a un sentir que vierte la lluvia en la tormenta que no cesa
de ese llamado incipiente que confunde en el interior de tu mente.
Tu cuerpo impaciente pide, 
tu cuerpo busca con ganas inquietas,
se atreve a perderse cruzando realidades 
que calman tu natural instinto,
es que no hay azar 
cuando en el deseo las pieles se queman
tan sólo el querer despertar viviendo 

aquello que secretamente anhelas. 

jueves, noviembre 15, 2012

Microrelato 50 Palabras

Respondiendo a la iniciativa de Marina y Tomae 
algo diferente a lo que acostumbro a publicar. A ver cómo me salió:

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" Para Ti "

Dicen "las casualidades no existen", así parecía
cuando recibí aquel correo, era sin querer la confesión
de aquello que ignoraba. No lo pensé, de ser así
no estaría su cuerpo tirado con un hueco vacío en la frente.
En mi la sonrisa, porque él ya no alucinaba con tu voz.