Sólo piel.

Podría quererte eternamente

en la mudez de mi calma

y acariciarte pausadamente con la mirada,

esperando que tras la sorpresa de tus ojos

pueda ver el fuego contenido en tu garganta.

Inmóvil en apariencia

pero inquieto en el ardor interno

que respira tu presencia,

no sé si me acerco, no sé si te acercas

todo sucede tan despacio
que la noche nos ampara en su paciencia.

Hecha sólo piel

con suspiros que no caben en tu pecho
observada tras pensamientos
palpitantes, errantes
delatados en la inflexión de las palabras.

 

Regalo de Marilyn.

Gracias por ponerle imagen a mis palabras.

 

Besos muy dulces llenos de cariño.

 

Dulzor.

Mi pequeña niña

ven conmigo

puedes estar segura,

 te enseñaré razones para sentir,
te mostraré todo lo que tus ojos sueñan

más allá de los límites de la ternura.

Mi pequeña niña

iremos muy lejos

despertaré nuevos caminos en tu mente

y haré que tu alma sonría,
como cuando me miras en frente 

y tu inocencia suplica.

Mi pequeña niña

confíame tu mano
haré que tu cuerpo hable por vez primera
cuando pruebe el perfecto dulzor de tus labios

y sepas mis confesiones desde los míos,

que mi crimen será tomar tu pureza.