No hay adivinaciones
en los detalles
que puedo describir a ciegas
cuando tallo tu imagen
queriendo enumerar
tus constelaciones.
No hay final que rompa
el instante último o primero
si nada tiene término
recorriendo tu plácida finura.
Porque quiero ser así
aprendiz a paso lento
equivocándome para volver
una y otra vez a hacerlo.