domingo, enero 31, 2021

El Baile por Dafne Sinedie III.

En rojo intenso
y fino terciopelo
engalanó su estampa
de vivo esplendor
y al bailar el último vals
mordió la dulce manzana
saboreando la tentación.

© DUlCE


Mi gratitud Dafne.
Dulces besos de manzana.

EL BAILE DE FIN DE AÑO



 EL BAILE DE FIN DE AÑO

      31 de diciembre. ¿Cómo podía ser que el 2020 se hubiera pasado tan rápido y tan lento al mismo tiempo? Menos mal que llegó la invitación de Dulce para su Baile de Máscaras anual (¡era la tercera vez que lo recibía, qué ilusión!) así que podría terminar el año por todo lo alto y con la mejor compañía.




La preparación fue una delicia. Primero, comprar el vestido y los zapatos. Luego volver a casa emocionada y ansiosa de que cayera la noche. Comer un poco, pues sabía que en los salones me esperaban manjares de todas las partes del mundo. Acicalarme y comenzar a vestirme; el vestido era más sencillo que el del año anterior, de tela roja aterciopelada, con el escote en uve, generoso, manga larga, un cinturón para marcar la cintura y la falda cayendo larga hasta los tobillos, dejando una abertura para la pierna derecha desde el principio del muslo. Los Lauboutin rojos quedaban espectaculares. Me ondulé el pelo para darle volumen y finalmente me maquillé; sombra dorada y marrón brillante para los ojos, pestañas negras, labios rojos... Por último, y lo más importante, la máscara.
      A la hora acordada vinieron a recogerme en un coche negro deportivo despampanante, tanto que me dieron ganas de preguntar si podía conducirlo yo un ratito. Desgraciadamente, no llevaba el calzado adecuado...
      Me relajé en los asientos traseros, disfrutando del viaje, el coche volando como una saeta por las carreteras, hasta que llegamos a la mansión. Como siempre, resultaba impresionante. Saludé a los leones de piedra de las puertas y le enseñé a uno de los porteros mi invitación. Asintió y se ofreció a guardar mi abrigo en el ropero. Sonreí y me interné en los pasillos hacia el salón de baile.


                            


 Estaban María, Mag, Ginebra, Campirela, Auro, Albada, Cora, Alma... ¡cuánta gente! La felicidad inundó mi pecho mientras bailábamos, bebíamos y disfrutábamos de nuestras conversaciones. Pero claro... ¿dónde se encontraba el anfitrión?
      Justo cuando me lo preguntaba alguien tocó sobre mi hombro. Me giré, ¡y ahí estaba Dulce con su león! Le agradecí de nuevo su invitación, bailamos, hablamos un rato y finalmente me ofreció una manzana antes de seguir saludando a sus invitados.
      La mordí... ¡Hum, qué dulce era! Casi tanto como nuestro anfitrión.
      Y mordisco a mordisco, acabé el 2020. 
 
¡Feliz y próspero 2021!
© Dafne Sinedie

 
Mil gracias por la invitación, Dulce.


Para asistir a más bailes, toca la puerta

sábado, enero 30, 2021

El Baile por Mujer de Negro.

De negro como la noche
llegó al Salón
y ante la mirada hipnótica
bailó con sugestión.
Al son de un amanecer
que ofrendó al anfitrión
se entregó a la ensoñación.

© DUlCE


Mi gratitud Mujer de Negro
Besos dulces.

El anfitrión



(...) Cuentan que al llegar cada fin de año El Castillo se ilumina completamente, que desde su interior surgen los ecos de las risas mezcladas con música cadenciosa y señorial. En un salón elegantemente decorado donde varias damas bailan y comparten una mágica velada en honor al anfitrión que las agasaja entre dulces placeres.
DUICE


Lo observé a unos pasos de distancia. La creación perfilada de sus pensamientos se reflejaba con lentitud en sus retinas brotando intermitente de sus ojos, hasta el punto preciso que sus fantasías se fragmentaban despuntando y envolviendo todo el recinto.

Me detuve a contemplar por un momento su figura, estiré las manos para alcanzarlo, me envolvió en sus brazos y sonrió, su aliento dejó escapar el más dulce de los aromas, me adentré más allá de la oscuridad de su mirada hasta visualizar el averno que lo habita.

La noche transcurría en armonía. Desde el centro del salón ejercía una atracción hipnótica. Sereno y misterioso, El Anfitrión se movía con suavidad, departiendo entre sus invitadas.

Sonrisas, miradas y bailes sensuales se dejaron sentir el resto de la noche.

" De negro se viste la mujer, que al latir se desvela " ... Fue lo último que me dijo El Anfitrión antes de perderse en su misterio.





Esta canción es como un himno al amor. Con cariño DUICE, por la agradable invitación a tu baile de fin de año.

© Mujer de Negro

jueves, enero 28, 2021

El Baile por Alma III.

Al sonar las campanas
la música anunció su llegada,
con guante, tacón y gracia
y la máscara ajustada.
Con el alma dispuesta
a vivir la sorpresa
que el baile le preparaba.

© DUlCE


Mi gratitud Alma
Besos dulcemente grandes.


#VDLN - 224



Hacía algunos días que Su invitación había llegado... siempre tan cuidada, hasta en el más mínimo detalle; siempre tan delicada como exquisita.

¿Cómo podría faltar a la cita? ...no, no podía ...no quería.

El tiempo era mi aliado, las pequeñas ventajas que en raras ocasiones tiene la distancia. Aquí todo iniciaba a calmarse; a entrar en la típica rutina de las horas diarias. Allí todo estaba por comenzar...

Las campanas sonaron marcando la medianoche. Sólo quedaba ajustarme la máscara e ingresar a Su salón. Que el baile diera inicio, que la música empezara a sonar y esperar...

...esperar que todo lo que estuviese por venir fuera maravilloso. Y mientras, brindar y danzar por ello.

¡Feliz Año Nuevo!

Gracias Dulce por invitarme un año más a ser parte de todo esto
y, sobre todo, gracias por tu amistad.