Un te ...
suspendido entre el puente
de sus finos breteles,
osado funambulista
desafiando al equilibrio
sobre el incitante abismo
que se pronuncia
vertiginosamente escotado.
Apenas un descuido
y se precipitan en libre caída
extendiendo su red,
un manto de estrellas
que despuntan como gemas
excitadas al saberse codiciadas
por un te ...
que avanza y no retrocede.