Su llave abrió el cuarto
de las confesiones más perversas,
sutil se evaporó entre las miradas
para liberar un Amén
al son de doce campanadas
- © DUlCE -
Mi gratitud Mi Estimada Magda.
Beso dulce.
Doce campanadas...
Seis y veinte de la tarde. La invitación al baile de fin de año de Monsieur Dulce llegaba un año más. Sonreí y agradecí, confirmando mi presencia. De nuevo elegancia y sencillez en su presentación.
Habrá que ponerse el ajuar de la noche y destilar sensualidad desde la primera mirada hasta la última huella dejada al abandonar aquel salón donde las máscaras, ya caídas, resonarán como un eco en cualquiera de aquellos cuartos donde la magia se volvía caricia perversa o deseo consumado.
Los velos cubren la noche como un misterio insondable y la magnificencia del lugar provoca un estallido en el pecho. Mis pasos, seguros, atraviesan el soportal. Se desdibujan bajo el hálito de una noche fría y estrellada. La música se escucha al fondo, tras las puertas que se abren de par en par ante cada anunciada llegada. Mi nombre se escucha rotundo y las miradas, al igual que se han dirigido hacia los demás, se fijan en mí. O tal vez no sea en mí, sino en la desnudez que se intuye bajo el chantilly rojo que me arropa. La piel es un tapiz escandaloso ante los ojos gazmoños como ante los lascivos.
Monsieur Dulce aparece sereno, con la mirada clavada en la mía. Sus pasos son tan pausados como firmes. Su sola presencia embriaga. Un ligero rumor aletea en la sala, por encima de la música que da la bienvenida. Una leve inclinación de cabeza a modo de atención. Unas palabras escuetas y un besamanos que, aunque no se estila, él lo impera con sus invitadas. Al tiempo, sutilmente, deposita una llave en mi mano. Pareciera que todas ocultan lo mismo. Es un juego donde el instinto más perverso, estoy segura, ha de ganar pues he aquí sus Dominios.
Bebidas y viandas, exquisiteces de bocado para el paladar, se extienden a lo largo y ancho en mesas soberanamente montadas. Nos podemos reconocer los unos a las otras, las unas a los otros, bajo las máscaras. La lista de invitados se va completando conforme se acerca la medianoche. Y como Cenicienta, antes de la doceava campanada, desaparezco por una de las escaleras, dirección a los abismos donde la perversión y el juego se abren tras aquella puerta donde se confesarán los placeres más oscuros y los juegos intensamente depravados. Arriba, la algarabía se funde con la entrada del año. Sueños y esperanzas se bañan en burbujas. Aguardo la luz del Señor desnuda de mis sombras, tallada frente a una cruz en aspas para cabalgar amarrada a un rosario de eslabones sobre un mar enfundado en cuero y nudos, para percibir mil caricias que quemen mi piel y la marquen a fuego en un silencio que, olvidando su sepulcro, se convierta en gemido y anhelo siendo, esto, brindis reservado para el Pecado. Ahora, solo cabe orar a la madrugada y un nuevo despertar sobre la carne entregada.
Amén.
EXCELENTE relato,las imagenes fluyen nitidas.Felicitaciónes!!
ResponderEliminarEs un buen apelativo para lo que Mag nos ha regalado en su relato, ella nunca defrauda.
EliminarUn beso dulce.
Es un sensual relato me gusto mucho. Te mando un beso.
ResponderEliminarLo es, sin duda alguna, la sensualidad rezuma por todos lados en mi Salón :)
EliminarBesos dulces.
Muy evocador, y entregado texto.
ResponderEliminarUn abrazo a ambos, Dulce
Habiendo ingresado al confesionario, la entrega no podía quedarse fuera.
EliminarUn beso dulce.
Mág , nos dejó un texto sensual , provocador y digno de realizar. Bravo, besotes y abrazos para los protagonsita .Feliz semana
ResponderEliminarSin provocación no hay juego que valga, y Mag lo sabe muy bien.
EliminarBesos dulces Campirela.
Muy bonito. Un beso a los dos.
ResponderEliminarTodo el mérito para Mag que nuevamente nos hizo soñar con sus letras en mi Baile.
EliminarBesos dulces Rocío.
Leerla, es adentrarse en un fascinante mundo de sensaciones que envuelven e incitan; sugerente y descriptivo. Un viaje en el que solo sentir y deleitarse...
ResponderEliminarUna maravilla. Y la imagen final, espectacular…
Un verdadero placer.
Felicitaciones y Bsoss con cariño para ambos 💙
De eso se trata siempre, de sentir y deleitarse, y además es gratis :) Un placer que tú lo hayas hecho.
EliminarDulces besos cariñosos Querida Gine.
Excelente texto de Mág, sensual, y sí, seductor. Feliz semana. Besos. Feliz semanA Dulce
ResponderEliminarTodo Baile ha de tener seducción, más el mío donde la sensualidad, el placer van de la mano.
EliminarUn beso dulce Carmen.
Maravillosa Mag! En todo su esplendor literario!
ResponderEliminarMuy bueno!
besitos a los dos!
Es difícil pillarle puntos débiles a Mag cuando escribe.
EliminarBesos dulces Lunaroja.
Me ha encantado!
ResponderEliminarBesos mil
Ya somos dos :) Gracias Milena.
EliminarBesos dulces.
Me gusta el ambiente sacro que da origen al placer
ResponderEliminarAbrazos para ambos
El placer tiene mucho de sagrado y de todo aquello que envuelve a lo solemne cuando se quiere disfrutar, solo hay que darle cabida.
EliminarBesos dulces Verito.
Hola, Mi Estimado Dulce.
ResponderEliminarPedirte disculpas por mi ausencia pero espero volver en breve al diario de mi vida virtual.
Muchísimas gracias por compartir mi texto junto con los de las demás invitadas a tu increíble viaje.
Gracias también por los detalles y por tenerme siempre presente.
Un beso enorme y feliz resto de semana.
No hay problema, ya sabemos que la primera demanda es la de la vida fuera de los blogs, y te agradezco yo por haber sido participe de mi Baile como ya es costumbre.
EliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Obviamente no pude perderme el Baile de Fin de Año escrito por nuestra Querida Mag <3 ¡Me encantó! Y la imagen del final es perfecta.
ResponderEliminarUn besazo dulce de pecado
Mag es de las invitadas habituales a Mi Baile y siempre nos deja con una sonrisa.
EliminarDulces besos pecadores Señorita.