sábado, diciembre 13, 2025

Regalo.

El mayor anhelo,
el regalo perfecto
concedido como un sueño.
Casi un flagelo a la carne
y su debilidad traicionera
encarnada en femeninas formas
Conozco su nombre
e invento su cuerpo
hasta el desvelo
diluyéndose blanquecino
por entre mis dedos.
Perfume afrodisiaco
que viene desde más allá,
más allá de los océanos,
que todo lo provoca,
todo lo enciende,
quema y calcina
cual inconmensurable deseo.

Poema que forma parte de la propuesta "Regalos que no tienen preciode Tracy, para la convocatoria semanal "Un jueves, un relato".

1 comentario:

  1. "Conozco su nombre e inventó su cuerpo hasta el desvelo, diluyéndose blanquecino entre los dedos".
    Agradezco tu sutileza en el poema, espero que nadie se sienta dañado.
    Muchas gracias por participar.

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“La belleza complace a los ojos; la dulzura encadena el alma” (Voltaire)